(uno)

1.4K 91 43
                                    

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

_______________________________________

-Si a todo.- respondi con una sonrisa- obvio que acepto casarme contigo- tomé sus mejillas y limpie sus lágrimas- Te amo, Mina.- la besé, como muchas veces lo hice, pero ahora sabiendo que a quien besaba no era solo mi novia, era mi futura esposa.

-Y_yo tenía miedo...- dijo.

-¿Por qué?- la abracé y recoste su cabeza en mi pecho.

-No lo se... crei que pedirte matrimonio seria un gran paso, y al estar embarazada te alejarías por mucha responsabilidad.

-Amor, por favor quita esas ideas de tu cabeza, jamás te voy a dejar, créeme, por favor.

-Estoy acostumbrada a que los demás se alejen de mi con facilidad...

-Pero yo no soy los demás- tome sus mejillas- soy tu mujer, y créeme que no me aléjate de ti. Hablo de verdad.

-¿Te acostaste con Cordelia? Este tiempo que estuvimos separadas...- pregunto timidamente.

-Una vez, y fue porque estaba llorando, me abrazó y dormimos juntas, pero no tuvimos sexo. ¿Por qué preguntas?

-Simplemente soy insegura... nada más.

-Mientras estemos juntas no tienes por qué sentirte así, solo tengo ojos para ti- la bese.

Seguimos ahí, por unas largas horas más. Habaldo de todo y de nada, siendo felices como siempre lo fuimos.

Pusimos algo de música y cantábamos, bailamos, aunque yo no la dejaba mucho por la panza. No quería que se cansara... luego de un rato ella recostó su cabeza en mis piernas y yo acariciaba su cabello, mirábamos las escaleras con canciones de fondo. Se que no se sentía bien, a pesar se todo ella estaba mal.
Las dos estábamos mal pero ninguna decia nada. Solo disfrutábamos de  estra compañía.

Luego de un rato juntamos las cosas y subimos al auto para volver a casa. Sabia que ella estaba cansada así que manejé, luego de unos minutos se durmió, toma una manta del aciento de atrás y la tape. Lo que más me gusta en estos momentos es verla dormir, ver como inconscientemente acaricia su panza. Es un deleite de ver, el solo mirarla a ella me hace bien.

¿𝓝𝓸𝓼𝓸𝓽𝓻𝓪𝓼?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora