Capítulo 14

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OJO: LEER LA NOTA DE ELLE AL FINAL DEL CAPÍTULO.

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Akadia bufó con satisfacción cuando Aramintha se miró en el espejo, tomando detalle de su nueva máscara, el complicado diseño y todos los colores que la misma contenía.

Su niña era inteligente y no dijo ni una palabra a pesar de que sabía lo mucho que le estaba costando no hacerlo.

Aramintha no se había ganado esos colores y usarlos era un crimen en toda regla para su raza. Si alguien la viera con semejante máscara ella sería retada a probar que había ganado el derecho de usarla y de no cumplir con los requerimientos, sería sentenciada a muerte.

En otras circunstancias nunca se hubiera atrevido a hacer algo semejante. Pero la visión de Calyxta y la problemática misión a la que se dirigía su niña dictaban que ella necesitaba del disfraz y como su madre, ella tomaba la responsabilidad en sus manos.

En caso de que lo peor llegara a ocurrir y Mint fuese descubierta —algo que según Calyxta era altamente improbable—, Akadia encontraría una manera de salvar a su cría aunque tuviera que renunciar a su corona para ello.

Después de todo, la raza de las Arañas ya tenía a una nueva candidata a Reina altamente capaz.

¿Voy a poder dormir sin tener que estar constantemente metiéndome en tus pensamientos para reafirmarte que nada de eso va a ocurrir, Kadi? Te preocupas demasiado. —Gruñó Calyxta y Akadia puso los ojos en blanco.

Lo entenderás algún día, Lyx. —Le dijo con tristeza. Al menos, con sus gemelas había tenido tiempo de sobra para prepararlas para una vida sin ella. Aramintha era tan joven... y la futura descendiente de Calyxta, cuando su misión terminara, también sería joven cuando perdiera a su madre.

Dejar a una cría a manos de las crueles dimensiones que habitaban era demasiado para Akadia. Al menos dentro de los límites de los territorios del Clan Menanthés, Aramintha estaba relativamente segura bajo su protección antes de que el Ekraisha diera comienzo... pero había llegado la hora de hilar el destino de su raza. Y como madre, no podía hacer mucho más que darle a su criatura todas las herramientas que pudiera aunque para ello tuviera que romper las reglas que ella misma había creado. Como Reina, en cambio, tomaba la oportunidad de enviar a alguien que sabía que era capaz de cambiar el destino para bien aunque eso requiriera hacer uso de métodos que otros no aprobarían ni verían con buenos ojos dada su conexión con la criatura.

—Con esa máscara no deberías tener problemas en hacer lo que tenías planeado, además de eso, hablé con mis bestias de pacto y ellas estuvieron dispuestas a darme a su hija mayor, una guerrera de primera con más de seiscientos años de experiencia y a punto de entrar en su primer ciclo fértil y dejar su nido, para ser tu bestia de pacto. Sé que probablemente no es la manera en que querías obtener a tu bestia, pero será lo mejor para tu seguridad y tu propósito. —Murmuró observando con curiosidad el extraño rubor que recorría las mejillas de su hija.

En las Redes de la Princesa Araña [Saga Dimensiones Mágicas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora