Legado oscuro ~ [ Sterek ]

Capítulo 21.

Maratón 2/4

La manada se dividió en parejas, Cora con Isaac, Theo con Liam, Jackson con Ethan, Lydia con Malia. Derek y Scott fueron los únicos que se quedaron sin parejas, el latino se quedó cerca de su madre para protegerla de primero y el moreno sería el que estuviera cerca de la entrada del auditorio por si el posible enemigo entrara desde allí, todo estaba fríamente calculado.

Derek estaba un poco distraído porque no paraba de ver hacía el castaño, el cual se encontraba justo al lado de Jordan y los demás oficiales, de vez en cuando Stiles le devolvía la mirada acompañada de una hermosa sonrisa.

No había duda, el moreno y su lobo estaban perdidamente enamorados de ese chico, su mundo era ese chico y no existiría ser alguno que logrará eliminar ese hermoso sentimiento de su ser.

—Sé que muchos se encuentran asustados al estar reunidos el día de hoy, — comenzó a hablar el Sheriff —pero no podemos seguir demostrando miedo a la persona que esté haciendo todo esto en el pueblo.

—Para usted es fácil decirlo. — se levantó el padre de la familia Graham —Ustedes tienen armas con las cuales defenderse, nosotros no tenemos nada de eso.

—El Sr. Graham tiene razón. — lo siguió la Sra. Sprim —Nosotros no tenemos con qué defendernos y ustedes no están en cada esquina de nuestros hogares para hacerlo.

—Entendemos su descontento, pero hacemos... — nuevamente fue interrumpido.

—Una de las víctimas era mi amiga de la infancia, ella estaba tranquila en su casa, no le hacía nada a nadie y al día siguiente la encontraron muerta, explique como no podemos siquiera sentirnos seguros en nuestras casas. — esta vez fue la Sra. Graham.

De la nada todo el lugar empezó a llenarse de las quejas de los habitantes de Beacon, era razonable, las muertes habían disminuido en cierto punto, pero no pararon y eso es lo que tiene a todos asustados, pensando en quién de ellos será el siguiente en morir y que no se haga justicia.

Un hombre moreno estaba entrando junto con su hermana a las instalaciones del lugar. Se suponía que todos debían estar allí por la reunión del pueblo.

—¿En verdad tenemos que estar aquí, Morell? — prácticamente era una queja por parte del mayor.

—Claro que sí, Alan. — la mujer estaba un poco molesta por la actitud de su hermano —Es una reunión obligatoria para todos los habitantes de Beacon.

—Sabes que a mi no me gusta asistir a este tipo de reuniones. — Alan continuó hablando —Nunca llegan a nada y siempre terminan en peleas.

—Es lo mismo que con las manadas, — Morell le regaló una sonrisa —solo que en esta nadie terminará con gruñidos y rasguños por los presentes.

El mayor torció los ojos y continuaron su camino hasta el lugar donde provenían los gritos de molestia. Alan ya tenía bien en claro que nada resolverían y todo sería una pérdida de tiempo.