Legado oscuro ~ [ Sterek ]

Capítulo 23.

Maratón 4/4

Derek se había quedado viendo en la dirección en la que Stiles desapareció. No podía creer que ese frágil y pequeño ser bajará del segundo piso del instituto sin un solo golpe o rasguño, prácticamente flotó hasta llegar al suelo. Salió de sus pensamientos cuando sintió el olor de preocupación y miedo en Noah, se giró a verlo y se dio cuenta que su tío también estaba allí.

—¿Tu lo sabías? — esa pregunta salió de la nada —¿Tú lo sabías, Peter?

—Sí, sí lo sabía, Derek. — fue su única respuesta.

—¿Por qué no me lo dijiste? — la molestia en el moreno estaba creciendo —¿Se te hacía muy difícil?

—Fue decisión del cachorro. — Peter no sentía remordimiento alguno —Él era el único que podía decírtelo, no yo.

—Pero...

—No es momento de pelear entre nosotros. — hablo Noah por primera vez —Tenemos que ir por Stiles, no pueden llevárselo ¿Me escucharon?

—Pero ¿Qué es Stiles? — Cora quería salir de dudas.

—Todo en su momento. — entró Chris al salón —Vayan a buscar a Stiles y Liam. Melissa, Jordan y yo nos quedaremos a cuidar y ayudar a los heridos.

Sin permitir decir otra cosa el cazador salió de allí caminó hasta donde se encontraban las personas después de que el ataque pasará. El resto vio por la ya dañada ventana y sin más saltaron por esta, Noah y Lydia al no tener ni super velocidad, fuerza y curación acelerada fueron cargados por dos miembros de la manada. Peter obvio cargo a Noah en su espalda y Jackson puso a Lydia en su espalda.

Entraron a la maleza y espeso bosque, al tener un buen sentido del olfato comenzaron a oler el aroma del castaño y el rubio, además del putrefacto olor de ese tipo encapuchado. No sabían exactamente a dónde iban, solo seguían la dirección donde se sentían los aromas de los ya nombrados y esperar a que no se encuentren heridos. Ni se dieron cuenta que eran vistos por alguien detrás suyo.

—Esperemos haber que tal les va. — una macabra sonrisa se formó en su cara.

Por parte del castaño gracias a su Chispa podía rastrear tanto al Beta, como a híbrido, ya se hacía idea de dónde lo estaba dirigiendo el encapuchado.

—Resiste un poco Liam, resiste un poco más. — dijo al aire esperando que el rubio pudiera escucharlo así sea un poco —Iré por ti y todo estará bien.

Y así continuó su recorrido por el gran bosque de Beacon Hills.

En lo profundo del bosque se encontraba Liam atado a una especie de raíces que lo tenían rodeado impidiéndole así mover un solo músculo.

—¿Sabés que mi manada vendrá por mí? — trató de sonar valiente, pero en realidad estaba un poco asustado —Fue un gran error el que me trajeras contigo.