Capítulo 33.

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La manada ya estaba lista y Derek ya había sanado por completo las heridas causadas por la magia oscura. Todos tenían en sus mentes esperar a que Morell hiciera la señal y así poder entrar para rescatar a Stiles, como último encerrar a Deaton en la Eichen House, era mucho mejor que la muerte.

—Morell ya está en camino a la veterinaria de Deaton —el moreno informó—. Pase lo que pase tenemos que detenerlo y evitar que entregue a Stiles —los miro a todos—. Si tenemos que matarlo para que nada malo pase tendremos que hacerlo, pero no podemos poner en peligro a más inocentes.

La manada Hale-McCall era conocida por no matar a la mayoría de sus enemigos, siempre les daban la oportunidad de rendirse y marcharse para siempre de Beacon, pero estaban las excepciones donde debían matar si lo anterior no tenía resultado.

Melissa se había ido junto con Chris al hospital por si alguno resultaba herido y por si llegaba alguno de los posibles enemigos a tratar de hacerle algo a la madre del Alfa verdadero, el cazador podría ayudarla.

—No quiere irse a la estación y esperar a que volvamos con Stiles, Sr. Stilinski —le propuso el latino.

—No, iré con ustedes y es mi última palabra del tema —igual a Stiles o Stiles igual a su padre, pensó Derek.

Morell antes de irse espació unos polvos en los vehículos con el fin de que estos no tuvieran olor alguno y mucho menos que fueran escuchados en cuanto llegarán hasta la veterinaria.

Se montaron en sus automóviles y moto para emprender su caminó, rescatar al castaño y hacer lo que fuera mejor con Deaton.

Se montaron en sus automóviles y moto para emprender su caminó, rescatar al castaño y hacer lo que fuera mejor con Deaton

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Morell llegó hasta la veterinaria de su hermano, tomó aire y luego lo expulsó, tenía que demostrar seguridad. Con un caminar firmé, pero con el de siempre entró al establecimiento, al hacerlo no vió por ningún lado al implicado.

—¿Alan? —comenzó a llamarlo?—. Alan ¿Dónde estás?

—Estoy por aquí, Morell —ella presentía algo por el tono de voz del moreno.

Fue justo de donde provenía la voz de Alan, el consultorio. Apenas cruzó la gran entrada sus ojos quedaron tan abiertos que casi se le salen de sus cuencas.

—¿Qué es esto, Alan? —la mujer no podía creer lo que veía.

—Esto mi querida hermana —señaló al chico acostado—, es mi oportunidad de traer al amor de mi vida.

Morell llevó sus manos a su boca tratando de controlar su llanto. No podía creer cuán loco estaba su hermano por recuperar un amor imposible.

—No, no, no —negó tres veces—. Por favor para lo que sea que planees hacer, Alan —las lágrimas salían y salían—. Es un chico ¡Un chico!

—Eso no me importa, Morell —la observó sin emociones—. Si no me importó usar a un estúpido a hacer lo que yo quería, mucho menos me va a importar la vida de otro —ahora su rostro mostraba una sonrisa de jm verdadero loco.

Legado oscuro ~ [ Sterek ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora