𝘽𝙤𝙮 - 𝘿𝙈. [EDITANDO]

XXXVI.

La mente de Jade era un caos, y claro que no era el único en ese estado. Faltaba poco y nada para terminar el año escolar, y eso hacía que todos estuvieran con los pelos de punta, la preocupación general eran los exámenes finales. Sin embargo, la mayor preocupación de Jade era irse del colegio. No sabía qué podría pasar en las vacaciones, y eso le asustaba, aunque no quisiera admitirlo. Después de varios días de haber terminado con Ruby, los sentimientos hacia Malfoy “volvieron a aparecer”, aunque desde luego no se dejaba guiar por ellos. Decidió que Draco tenía razón, que tal vez podrían volver a ser amigos. Así que se esforzaba por soportarlo las pocas veces que se encontraban, aún cuando estaba con Rosier. Le dolía, pero lo soportaba.
Por otro lado, Draco había estado más desaparecido que nunca aquellos días y su más mínima preocupación eran los exámenes finales. Estaba tan cerca de terminar la misión... Estaba aterrado. Tanto por él, como por su madre y por sus amigos. Estaba seguro de que, luego de que eso sucediera, Jade lo iba a odiar con todo su ser, y eso le dolía demasiado. No podía imaginar lo feo que sería. Ahora que ellos estaban “bien”, al menos como amigos, loenos que quería era que todo se fuera a la mierda de nuevo. Jade había marcado un antes y un después en su vida, y estaba más que seguro que sin él no podría seguir. Había comenzado a sentir algo que a jamás había sentido por nadie, y desde luego que se sentía asustado. Todo lo asustaba, todo era aterrador y preocupante ahora.

(...)

—Jade —la vos de Theo llamó su atención—. Falta muy poco para que terminen las clases.

—No me lo recuerdes, por favor —pidió el castaño, que se encontraba leyendo sus apuntes de Transformaciones en aquel momento—. Tengo un muy mal presentimiento de lo que pueda pasar cuando eso ocurra —murmuró, dejando los pergaminos a un lado para mirar a Nott con una mueca.

—Es que no se viene nada bueno —negó él—. Me encantaría fugarme —agregó luego, en un tono anhelado. Jade asintió con comprensión—. Pero claramente no puedo —suspiró con desilusión, haciendo su cabeza hacia atrás—. Todo es una mierda.

–¿Qué te impide fugarte, Theodore?

—¿En serio lo preguntas? —respondió, volviendo a verlo—. Me lo impide el hecho de llevar la maldita marca tenebrosa en el brazo —escupió, con asco—. Me rastrearían enseguida y sería peor.

—Cierto —murmuró con algo de incomodidad. Lo cierto era que Jade no conocía demasiado sobre la marca tenebrosa y no la solía tener tan presente.

–Pero tú y Chandler sí pueden —le dijo, con una sonrisa ladina, que lo único que expresaba era tristeza y desesperación—. Estaría muy agradecido si se van, Jade. Es lo mejor que pueden hacer.

—Pero, Theo, mis padres no...

—Tus padres también son mortifagos, Jade —le interrumpió con brusquedad—. Creí haberlo dejado claro la otra vez —agregó—. Y si no le crees, puedes preguntárselo a Chandler. Él se enteró de eso luego de haber aceptado que tus padres tengan su custodia... —explicó.

—No puedo irme, Theo —habló luego de un par de segundos, asimilando sus palabras—. Si ustedes deben enfrentar todo esto, yo también lo haré. No los puedo dejar solos. Ni siquiera a Draco y Blaise, por poco que los tolere en estos momentos —dijo.

—Jade...

–Lo siento.

(...)
—Jules, ¿en serio te parece cuerdo hacer una fiesta en estos momentos? —le preguntó Dominic a su hermana, todos opinaban lo mismo; estaba loca para creer que hacer una fiesta en aquellos momentos seria lo adecuado.

—No dije que hagamos una fiesta —negó, caminando hasta donde el grupo se encontraba ubicado—. Digo que debemos hacer una reunión, solo entre amigos, charlar, escuchar música y beber.