La Sra. Wizzert

11.3K 540 3
                                        

*Jeanne

Cuando escuché la puerta abrirse por tercera vez, ya habia perdido las esperanzas de que fuera Lucas quien entrara a ver como estaba y, sin embargo, alzé la mirada para darme cuenta de cuan equivocada estuve al creer en ello; su rubia melena se asomaba para preguntar en silencio si podia pasar. Y asenti.

-¿Como te sientes? -pregunta con una sonrisa tranquilizadora que aun me hace sentir cosquillas en el estomago

Pero lejos de sentirme aliviada por verlo preocupado, la hermosa reaccion se disipó y una confusa ola de sensaciones recorrió por completo mi cuerpo, emanando en forma de lagrimas que cayeron una a una sin frenarse. Oculté el rostro entre mis rodillas y me cubrí con las blancas sabanas de la camilla; infantil o no, solo queria ser yo testigo de mi dolor. Pero frente a él era imposible ocultar lo que sentia.

-Jeanne, Jeanne -escucho que llama mientras el lado despejado de la cama se hunde bajo su peso, siento la calidez de sus brazos aunque la tela nos separe y su beso en mi descubierta coronilla- Tranquila, no pasa nada 

-...

Mis sollozos se detienen de golpe y soy capaz de reconocer el sentimiento que se extendió ardiente al oirle decir aquello. Claramente no se imaginaba cuanto me dolió enterarme de mi verdadero estado.

-¿¡Como puedes decir eso!? -estallo con una firmeza inexistente en mi voz el minuto anterior- ¡No tienes ni la menor idea de lo que se siente! ¡Queria a ese bebé, encerio lo queria y ahora resulta que fue un error! Dime si aun piensas que "no pasa nada" -digo sarcastica mientras vuelvo a derramar lagrima tras lagrimas 

-No, no pasa nada -su voz es tan suave como las caricias que reparte por mi espalda- y tampoco eres la unica que se siente mal respecto a eso... 

-Pero tu no lo sabias -le interrumpo-, era yo quien llevaba dos meses viviendo con la ilusion de su llegada 

-Tienes razon, no lo sabia, aunque me hubiese encantado que lo dijeras para compartir contigo esa ilusion -el azul de su mirada brilla con intensidad- Pero eso no significa que mi corazon no dió un vuelco de alegria en el momento en que Lucy mencionó un bebé, al mismo tiempo que mis sentidos se disparaban como alarmas, asustados por la horrorosa idea de enfrentarme a pederlo. A perderlos -se corrige tomando mis manos entre las suyas; lagrimas caen sin sesar y mi estomago se contrae- En un minuto fui capaz de imaginarme toda una vida a tu lado, cuidando y amando a nuestro primer bebé, porque despues de él o ella vendrian mas; nos imagine juntos como una familia, la familia que seria por mucho lo unico que podria presumir como el tesoro mas valioso que he conseguido en mi vida... 

-Y ahora nada será real -vuelvo a cubrirme el rostro con las manos, intentando asi ocultar la vergüenza y la culpa que me apuñalan sin piedad-, despues de esto dudo que quieras vivir eso conmigo

*Lucas

La seguridad y desolacion mezcladas en sus palabras sirvieron como una bofetada que me apremió a apresurarme con lo que tenia para decir sin esperar a que creyera que realmente era eso lo que yo pensaba. 

Retiro sus manos con sumo cuidado, obligandola a mirarme directamente e instarla a adivinar el amor que ha crecido por ella desde antes que aceptara ser mi novia, ser solo mia.

-Jeanne, mi amor, tendria que estar loco para dejar de querer algo que he deseado desde hace mucho -niega en silencio, aun sintiendose devastada por lo sucedido- Me llené de alegria cuando Lucy, Karen y la enfermera mencionaron la palabra 'bebé'; pero despues, cuando ella aclaró que no habia sido mas que un pseudociesis por tu ilusion luego de hacerte la prueba casera, no te voy a negar que tambien sentí el mismo vacio que sé tu estas sintiendo ahora, sin embargo, de golpe me llegó la imagen del futuro ideal para mi: vivir contigo hasta que esos sueños que llegaste a implantarme se hagan realidad; quiero pasar el resto de mis años a tu lado y si empezamos desde ahora qué mejor -sus lagrimas han dejado de caer pero aun puedo ver la autodecepcion con la que se atormenta- Jeanne, Jeanne por favor -siento como mis propios ojos amenazan con llover ante la impotencia de no ser capaz de ayudarla a sonreir-, necesito que me escuches... 

Mi niñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora