Mi niña

La boda

*Sebastian

Los dias habían pasado y todo había vuelto a ser tan o incluso más genial que antes, excepto que Mark y yo habíamos echo las pases y ahora somos grandes amigos.

Esta tarde ha sido solo de chicos, llevamos casi desde la mañana arreglandonos para la boda de la prima de un gran amigo nuestro, Luis.

Las chicas, después de venir a desayunar al departamento, se marcharon a la casa de mi padre con Lucy para támbien alistarse y después volverīan aquí para partir todos juntos al evento. Tengo que admitir que muero de ganas por ver cómo se van a vestir; nosotros hemos optado por lucir un traje negro de saco y pantalón pero con detalles personales.

-Estoy algo nervioso -comenta mi pelirrojo amigo, quien ha escogido usar una camisa blanca-, tengo escalofrios

-Dicen que hay ocasiones en las que eso se debe a que un acontecimiento importante, normalmente positivo, va a ocurrir -Lucas usa camisa fiucsa porque, segun él, una chica le dijo hace tiempo que ese color le favorecía- Tal vez Lucy agarre el ramo -rien ante mi falsa mirada asesina

A los escazos veinte minutos para que iniciara la ceremonia en la iglesia, las chicas hacen su acto de aparición. Se ven realmente guapas.

-Vas a opacar a la novia -dice Mark, besando castamente a mi hermana. Su vestido es negro, poco mas arriba de la rodilla y se amarra al cuello, dejando la espalda descubierta- Estás divina

-Gracias, amor -su sonrojo lo enternece

-Eres un cursi cuñadito -rio ligeramente ante el gesto de Lucy, el cual ignoro desde el momento en que mis ojos se posan en la chica parada bajo el marco de la puerta- Estás... -Roxie usa un vestido a la misma altura que la anterior, en color azul, mismo tono que mi camisa, y sin tirantes- pareces... -por más que me apresuraba a pensar, no encontré palabra para describirla asi que dije una al azar- Te ves increible, vas a ser la más hermosa de toda la boda

-Y el cursi es Mark -bromea el rubio

-¡Callate, Lucas! -mi niña tambien se sonroja pero intenta ocultarlo- Gracias. Tú tambien te ves guapisimo, Sebas

-Las tres estan bellisimas -aclara Lucas- Ojala y me encuentre con un par de chicas asi en la boda

-Yo pido que haya solteros -mi prima usa un vestido ajustado en la parte superior y que cae suelto desde la cadera a los tobillos-, no nos arreglamos tanto para nada

-A los que se te acerquen tendré que aprobarlos -le dice el rubio- No cualquiera se puede a acercar a mi pequeña hermana -es conciente de cuanto ella odia el adjetivo- ¿Nos vamos?

**Roxie

Salimos del departamento y media hora después llegamos al salon donde sería la boda. Realmente era como Sebastian habia dicho; HERMOSO, el salon era blanco con decoraciones en dorado y plata, la luces en distintos tonos de bronce le daban un efecto brillante y calido al lugar; haciendolo aun más agradable. Las mesas en circulo alrrededor de la pista y cubiertas con manteles impecablemente blancos con bellos arreglos de jazmines en el centro.

El evento estaba siendo realmente fabuloso: la musica amenizaba el lugar, la comida consistió en un platillo italiano sencillo pero con un sabor exquisito y, en mi opinion, lo mejor de todo era la cara de enamorados que tenian los recien casados. Hacian una pareja adorable y, segun lo que no habia contado Luis, su historia tambien habia sido igual de bella.

-¿Me acompañas?-me dice Sebastian, alzando la voz para acerce escuchar sobre la musica y sacandome de la escena imaginaria en la cual los casados somos nosotros. Cursi, lo sé- Te quiero enseñar, ahora si, lo que mas me gustó de este lugar

-Ok, ademas estos tacones me estan matando. No sé como deje que me convencieran de usarlos -me quejo ya estando retirados de la pista de baile. Todas habiamos combinado nuestros vestido con zapatillas plateadas- Ya recuerdo: ¡porque estan divinas!

-Mujeres... -suspira con burla- No importa, de todos modos no los vas a necesitar

-¿Que haces? -sin esperar respuesta copió sus movimientos y ambos nos descalzamos, escondemos sus zapatos y mis zapatillas tras una maceta junto a la puerta a la que llegamos y salimos del salon

**Sebastian

-¡Esta hermoso! No me habia puesto a pensar que podiamos salir a caminar -dice con los ojos brillantes de emocion, llenandose la vista con lo bello del lugar

En el agua reflejaba la luna llena de esta noche, el paisaje es, como ella lo ha dicho, realmente hermoso. Otras parejas caminan mojandose los pies, agarrados de la mano y yo me armó de valor para tomar la suya; un ligero pero agradable estremecimiento me recorre el cuerpo.

-Esto es... magico, Sebas

Veo su timida sonrisa antes de que evite mi mirada, escondiendo el sonrojo que estoy consiente se ha instalado en sus mejillas. Mis latidos se aceleran al imaginar que no solo ha dicho eso por la vista con la que se deleita, sino tambien por estar conmigo, juntos los dos.

-Vamos, te quiero mostrar otra cosa -habia planeado caminar un poco mas pero las ansias por darle su sorpresa me pueden mas-; lo mejor de todo

-¿Hay algo mejor? -voltea sorprendida hacia mi y en su rostro no hay mas que fascinacion

Asiento con una sonrisa, caminamos varios pares de metros mas y llegamos a un monton de rocas que escalamos juguetonamente, sin preocuparnos mucho por dañar nuestros atuendos, y desde aqui podemos observar con mayor esplendor el mar, las pequeñas olas que llegan a la orilla, parejas enamoradas tomadas de las manos y jugando como pequeños en el agua. La vista es preciosa. Nos sentamos, colgando los pies.

-Tienes razon, aqui es muchisimo mejor -el brillo de sus ojos me deja adivinar que se ha enamorado de todo esto; ridiculamente siento algo de celos por no ser yo lo que con tanto ahinco admira- Gracias por traerme contigo

-Esto no es lo que quiero que veas

-¿¡No!? -vuelve a mirarme con mas asombro del que ya mostraba. ¿Que importa sino me admira tanto como a todo esto? Me conformo con saber que agradeze estar aqui junto conmigo- Entonces ¿que es lo que quieres que vea?

-Parate... -le pido tomando su mano, cuando esta de pie le tapo los ojos y de repente me siento nervioso- Mejor luego, creo que tal vez no sea buena idea

-Sebastian, ya estamos aqui -dice con reproche- Quiero ver, no me voy a mover de aqui hasta que...

Sus palabras se congelaron en cuanto quité las manos de sus ojos y la dejé ver su sorpresa: en la arena estaban escritas unas palabras dentro de un enorme corazon echo de conchas de mar y petalos de violetas azules.

"Mi niña, ¿te gustaria ser mi novia?"

Todos me habian ayudado en esto y pude ver como ya se posicionaban en lo alto de la terraza del salon para ver la reaccion previa a la respuesta de mi pequeña Roxie. Respuesta que tardó en llegar y el silencio me permitió poner atencion al ligero temblor en su espalda.

-¿Roxie? -la volteo para quedar frente a frente y la miro con preocupacion- Mi vida, ¿porque lloras?

-Tu... -sus sollozos no la dejan hablar con normalidad- tu... tu juga mi respuesta

Sin esperarlo, Roxie se elevó sobre las puntas de sus pies para besarme y hacerme sentir como nunca antes nadie lo habia conseguido. Su reaccion me dejó en shock por la calidez qe parecio emerger de ella y no supe hacer nada mas qe corresponderla como debia, besandola con la misma pasion y transmitiendole el mismo amor que con aquel beso me estaba ofreciendo. Sus lagrimas le dieron un toque ligeramente salado a nuestro encuentro, contrastando con el dulce sabor a miel que probé de sus labios.