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Poche.

Estaba acurrucada en los brazos de calle mientras nuestros pechos subían y bajaban debido a lo sucedido antes, con los dedos hacía pequeñas caricias en sus moretones y de vez en cuando besaba su mejilla, quería pasar la noche con ella, quería quedarme así durante horas, pero no podía ya que mi madre llegaría en cualquier momento, no puedo esperar el día en el cual viva sola, antes de que calle se pudiera quedar dormida le informe que teníamos que vestirnos, con flojera lo hicimos, luego la fui a dejar a su casa ya que calle no podía manejar, estaba lloviendo y vi como calle estaba asombrada viendo cada gota caer, mientras manejaba un auto paso muy rápido al lado nuestro y eso hizo a calle saltar, sujete su mano para calmarla
-lo siento-dijo ella
-no te preocupes amor, está bien

Cuando me estacioné afuera de la casa de calle ella no se bajó solo se quedo mirando por la ventana
-¿en qué piensas?- pregunté
-hace meses que no veo la lluvia....¿tú crees que podamos salir y jugar en la lluvia?- sonreí ante el tono infantil de eso, no quería defraudarla, pero si decía que si se podría atrapar un resfrío
-podrías enfermarte....
-no me va a pasar nada
-no creo que sea buena idea
-por favor , extraño la lluvia
-¿qué pasa si te enfermas? Tú Madre me matará
-Le pediré permiso, aparte tengo 18 ya puedo hacer lo que quiera
-está bien.... Pero anda a tu habitación y ponte muchos abrigos
-ya mamá- ella se burlo y yo reí
Entramos las dos a su casa, yo me quedé abajo esperando mientras ella estaba en su habitación abrigándose, tiempo después ella bajó y parecía esquimal con una gran chaqueta, reí
-Ponte una tú también- ella me pasó una chaqueta negra
-gracias-sonreí

Cuando las dos parecíamos esquimales salimos a su patio trasero y sentí como al lluvia golpeó mi rostro, sonreí cuando vi a calle correr y estirar sus brazos, ella giraba y reía, puedo jurar que me derretí de ternura en ese momento, me acerqué a ella y la abrace
-eres un bebé- bese la punta de su nariz y después bese sus labios, ella rodeo mi cintura y yo su cuello, bese sus labios y sentí como las gotas caían por nuestros rostros, la bese como en una película, delicadamente demostrando mi amor.

Luego de minutos bajo la lluvia comencé a sentir frío, cada vez que hablaba veía vapor salir de mi boca, pero al parecer calle no tenía frío, ella estaba muy distraída sacando la lengua para atrapar gotas de agua, igual que un niño pequeño.

-amor, ya hemos estado acá mucho tiempo, no quiero que te enfermes
-está bien, entremos-sujete su mano antes de entrar, la chimenea estaba encendida por lo cual me acerqué a esta rápidamente, me saque el abrigo negro completamente empapado y ella hizo lo mismo, nos sentamos frente a la chimenea un tiempo para entrar en calor, calle tenía su cabeza apoyada en mi hombro
-amor, creo que es hora de que me vaya
-no- ella hizo un puchero adorable- quédate
-no quisiera nada más- bese sus labios- pero no puedo
-¿te veré mañana?
-claro que si, te vendré a buscar, podemos salir, podemos ir a donde tú quieras ¿está bien?-ella asistió y bese sus labios-te veré mañana- me levante del sillón donde nos encontrábamos sentadas y camine a la puerta con ella a mi lado
-la pase increíble hoy- dijo ella y beso mis labios
-yo también amor-otro beso- te amo
-yo también te amo, maneja con cuidado
-lo haré.

Voten

Perdón Si Te Llamo Princesa T2. Caché. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora