Un Amor Puro: Un Amor Imposible *[COMPLETA]*

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Le enviaba mensajes durante las vacaciones con el fin de concretar una salida y poder estar con ella, poder salir y disfrutar aunque sea un mínimo momento, sin embargo todo quedaba en vano, o ella andaba ocupada o simplemente no respondía mis mensajes, era algo realmente frustrante pero no podía hacer más nada. Al final me resigné y decidí disfrutar de mis vacaciones por mi cuenta, ya luego habría tiempo para compartir momentos únicos e inolvidables, o eso esperaba realmente.

Llegó julio dándole fin a las vacaciones  nuevamente entraríamos a la rutina de madrugar, entrar a clases y llenarnos de miles de trabajos sin derecho a descansar, lo único bueno era que nuevamente nos veríamos a diario y algo podríamos compartir. Y así se dieron las cosas, su actitud era totalmente renovada, la sentía más tranquila, más estable y sin duda alguna más feliz, era como si aquellas vacaciones le hubieran sentado muy bien. En los momentos que compartíamos todo se tornaba de un color rosa, aquel color que se utiliza como metáfora para dar a conocer que todo está bien, que todo es mágico, que todo es simplemente maravilloso. (Si, soy consciente de que suena algo ya muy monótono de este escrito, cayendo en la rama de la cursileria y lo imposible, pero precisamente de eso se trata, del contraste de ambos en esta experiencia vivida).

El saludo ya era algo habitual entre ella y yo, siempre y cuando ambos llegáramos temprano al colegio, pues si llegaba uno más tarde que él otro, no nos podríamos ver sino hasta el recreo. Sin embargo, el recreo era la otra parte de nuestro momento de encuentro, me encantaba verla a ella sentada en las gradas con mi chaqueta puesta o en su defecto en sus piernas, mientras que yo disputaba algún partido de micro-fútbol. Y por último, en ocasiones compartíamos un despido, pues ella salía cogía su ruta y se iba, mientras que yo tenia que quedarme a mis clases de pre-icfes. Pero aún así eran días lindos, tenía la oportunidad de no sólo ver su linda sonrisa desde lejos como el año pasado, en esta ocasión podía compartir más con ella.
Pero claro que todo no iba a estar así tan bien por siempre, un nuevo obstáculo se presentaría. Un obstáculo que sería un golpe fuerte en mi vida y de igual manera en esta bonita relación de amistad. Y no precisamente eran temas de celos o de indiferencia, era un tema más delicado al que yo nombraría una traición, y no por parte de ella, sino más bien por uno de mis amigos cercanos, (exacto, nuevamente la historia se repite), pero esta vez no se trataba de Carlos y sus preguntas en una aplicación ahora poco reconocida, esta vez se trataba de alguien más y algo más grande.

Su nombre era Pablo, un amigo que tuve en la infancia, la vida nos separó y nos volvió a reunir en el 2013, siendo este un reencuentro amistoso de gran valor, pues no puedo negar que a Pablo lo estimo mucho y lo considero como un hermano, un hombre amante del arte y eso a la vez nos unía. Hasta el día de hoy no se porque hizo lo que hizo, pues según pude notar sus intenciones fueron arruinar lo que había alcanzado con Ximena. Él comenzó a acercarse a ella en plan amistad, y pues de hecho hasta ahí nada me molestaba. Lo que realmente me molestó es que al pasar de los días, esa supuesta amistad se convertía en algo más fuerte, haciendo que ella se interesara totalmente en él y yo quedara nuevamente sintiendo aquella indiferencia aplicada por parte de ella. Yo era consciente de que no teníamos nada comprometedor pero por alguna razón me dolía, y para hacer más fuerte ese dolor llegarían las redes sociales a terminar de volcarme y restregarme la situación en la cara. Tanto ella como Pablo, comenzaron a subir fotos juntos a instagram, y para hacerse notar más se apoderaron de Twitter también, siendo él quien le dedicaba tweets, canciones, frases cursis y más. En esta época estaba muy de moda mantener numerales con aquellas personas especiales e importantes, Ximena y yo, nos conocimos un 27 de febrero, por lo que nuestro numeral era aquel número, el 27; y bueno, Pablo no se quedaría atrás, fue cuestión de minutos para que twitter comenzara a mostrarme un #13 por todo lados.