Volver a empezar | Tercera temporada | Cinco y t/n.

cap 14 🌈

Maratón 2/3.

T/n.

Mateo: Puede salir hermosa dama. — extiende su mano, la tomo y salgo del auto.

T/n: se ve increíble el lugar. — es un hermoso sitio que hace alusión a un palacio.

Mateo: no mas hermosa que mi bella acompañante.

T/n: tu también te vez bello. — le doy un beso que él corresponde inmediatamente.

Mateo: te quiero.

T/n: yo también. — me colocó el antifaz al mismo tiempo que Mateo lo hace.

Mateo: pues bien, entremos.

T/n: entremos.

El camino al salón de baile es increíble, y no creo que solo sea la alusión de un palacio, creo que es un palacio. En cada esquina se ve camareros que van y vienen con bandejas de copas de champán.

Cuando llegamos al salón nos dirigimos a nuestra mesa y después de unos minutos se escucha el sonido de un micrófono y todos los presentes hacen silencio.

— Bienvenidos a esta velada, considerense dignos de estar en está maravilloso fiesta, la invitación solo fue entregado a las personas más... excéntricas y únicas. Esta fiesta tiene como único propósito divertirnos.  — una camarera de acerca y  la mujer que habla recibe una copa, la alza y dice —  Brindemos por una magnífica noche. — alza su copa y bebe. — soy Charlotte Brown y disfruten de la fiesta.

El resto de invitamos repite su acción y empieza a sonar un melonia dando inicio a la velada.

Mateo se dirige a saludar a algunas personas y yo voy por un trago.

El lugar es inmenso, las perosnas bailan y rien.

Llegó a un lugar dónde se encuentra un bartender pido dos tragos, mientros espero me fijó que a mi lado derecho se encuentra una figura masculina.

— ¿Podemos bailar? — extiendo su mano.

T/n: no, gracias.

— entonces... ¿Puedo  hacerte compañía?

T/n: por supuesto. Eres libre de estar dónde quieras.

— Gracias. — se sients en la silla junto a mi y captó su mirada recorriendo todo mi cuerpo. — te vez hermosa.

T/n: me lo an dicho antes.

— ¿y porqué estas sola?

T/n: no estoy sola, y si me permites voy a bailar con mi pareja. — recojo los dos tragos que me entregan y cuando trato de irme me sujeta del brazo.

— Puedo acompañarte.

— no, gracias. — me safo de un tiron y empieza a caminar por todo el inmenso salón en busca de Mateo.

Cuando lo localizó se encuentra en una parte alejada del salón, me acerco y veo que esta con el ceño fruncido mientras habla, o mas bien grita, a el pobre aparato.

Me tomo mi trago mientras espero que termine su llamada.

Mateo: cariño... — dice guardando el móvil en su traje.

T/n: ¿Ocurre algo?

Mateo: tengo que irme.

T/n: esta bien, ire por mi abrigo.

Mateo: no, quedate y disfruta. — pasa sus dedos por mi mejilla y luego me alza el mentón. — vienen por mi, quedate y luego regresas a casa en mi auto.