#20 Oficial

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A la par en el día anterior; se encontraba Bokuto que cuando apenas sintió el sonido de la ansiada campana pasar por sus oídos salió velozmente de la institución montando en su bicicleta hacia la casa de Akaashi ya que hoy tenía preparada una sorpresa para él, además de encontrar el momento idóneo para confesar su amor de forma oficial por éste.

Una vez llegado a su destino, dejo su pequeño transporte escondido entre los arbustos del patio trasero de la vivienda de su todavía amigo.

Lanzó unas piedras de no gran tamaño a la ventana que según recordaba él, era la habitación de Akaashi y rezaba interiormente para no haberse equivocado—¡Hey, Akaashi!

Insistió un par de veces en su llamado hasta que fue atendido. Apareció una cabellera negra asomarse por ahí desplazando la ventana lateralmente.

B-Bokuto ¿Qué haces aquí?— habló con cierto tono de preocupación ya que no esperaba tal visita aún menos sabiendo los riesgos que conllevaba la presencia de Bokuto en el lugar que un día fue vetado.

Ven acompáñame, quiero llevarte a un lugar— propuso entusiasmado.

Él pareció dudar pero terminó cediendo a la persistencia del peligris. Akaashi finalmente logró salir de su hogar por medio de una mentira inofensiva.

¿A dónde iremos?— preguntó Akaashi cerrando la puerta detrás de él.

Lo sabrás cuando lleguemos— Bokuto respondió orgulloso.

[↷]

Ellos se encontraban a solo unos minutos de llegar al lugar que tenía en mente el mayor y a simple vista se podía observar que era una zona para gente pudiente.

Ya llegamos— dijo frenando su bicicleta en la elegante entrada de un reconocido restaurante.

Akaashi estaba confundido ya que aquello no era típico de Bokuto. —¿Estás seguro que no te has confundido de lugar?— cuestionó antes de seguir avanzando. Bokuto asintió.

Ambos jóvenes se abrieron paso al interior del restaurante siendo recibidos por un ambiente completamente sofisticado con personal perfectamente uniformado y buen porte, personas de alta sociedad degustando de exóticos platos gourmet, una excelente iluminación y de fondo música clásica.

Buenas tardes jóvenes, ¿Sé les ofrece algo?—Una señorita que atendía en aquel vestíbulo de tan finos acabados, les habló sacándolos de su admiración por el lugar.

Sí, queremos una mesa para nosotros dos— contestó rápidamente el peligris.

Perfecto, su nombre por favor— pidió la recepcionista, Bokuto extrañado le respondió— Bokuto Koutarou

Ella tecleó en su ordenador la información que le acababa de brindar y negó con la cabeza al no hallar ningún nombre como ese. —Joven, no encuentro su reservación registrada.

¿Reservación? En definitiva Bokuto no sabía que tendría que haber hecho una reservación previa, él empezó a revolver su cabello en desesperación tras presentarse tal inconveniente.

Akaashi al percatarse de eso le pregunta— Te olvidaste de reservar, ¿cierto?— Bokuto con la mirada de cachorro regañado responde— Sí...— todo el entusiasmo que tenía en un principio se esfumó en unos instantes e incluso hasta su cabello decaído reflejaba su estado de ánimo actual.

Pero yo veo que aún hay mesas libres— habló esta vez dirigiéndose a la señorita encargada.

Si es por el dinero, aquí tengo—añadió Bokuto sacándose la mochila del hombro y abriéndola delante de ella mostrándole sus ahorros de la alcancía que había roto el día anterior.

El chico de intercambio || Kuroken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora