Lauren
Camila se levantó de la silla, caminando con cuidado hacia un extremo de la pared, fue imposible no observar sus movimientos. Aún estaba abatida por todo lo que ella había confesado, intentaba comprender toda la información y procesarla lo más rápido posible, para que ningún detalle se pierda en la investigación.
Ella caminaba hacia una larga barrilla blanca, al ver que sus manos hacían cortos movimientos en el aire sin obtener su objetivo, decidí ayudarla.
Fui rápida y me acerque hacia el bastón blanco que descansaba sobre la esquina, tomándolo entre mis manos y acercándolo a las suyas. Evitando el contacto, para que no se sintiera incómoda.Gracias, agente.- Habló ella, colocando su mano sobre la mía, la cual seguía agarrada al delgado objeto. Su pequeña y débil mano envolvió con cuidado mis dedos, acariciando estos con su dedo pulgar. Lo que me demostraba que ella era una persona cariñosa, a pensar de lo que la vida le había hecho.
De nada, Señorita. Déjeme acompañarla a la puerta, puedo hacer que uno de mis compañeros la lleve y se encargue de su protección.- Mencioné, abriendo la puerta de mi despacho e introduciéndonos en la resección de la comisaría.
No gracias, no me sentiría muy cómoda con la situación, se que estaré bien. De todos modos, gracias por escúchame.- Me regañe a mi misma ante su respuesta, hacer que una persona estuviera a solas con ella en el mismo lugar podría ser incomodo y más sabiendo que sería un comisarió hombre, ya que no solemos trabajar con muchas mujeres aquí.
Puedo llevarla, si usted está de acuerdo y encargarme por mi misma de que nadie le haga daño, sé que estará bien. Pero desde ahora esta bajo mi cuidado y no la dejaré sola.- Mire hacia mis costados, encontrándome con la mirada de mis compañeros sobre nosotras, escuchando nuestra conversación y un poco sorprendidos por mi reacción. Les eché una mirada fría, logrando que todos voltearan rápidamente.
Cabello pensó su respuesta algunos segundos, con su mano derecha aferrada a su bastón, provocando que la manga se bajara algunos centímetros y revelara las primeras marcas, sobre su piel. Mi cuerpo se erizo ante aquella imagen, escalofríos corrieron por mi cuerpo, pensando en lo que ella había sufrido. En lo enferma que podría estar una persona, para llegar a cometer este tipo de delito.Esta bien, estoy de acuerdo.- Me contestó, luego de algunos segundos. Mis ojos se clavaron sobre los suyos, aunque estos estuvieran fijos en otra parte, Camila era mucho más pequeña que yo, su rostro llegaba a mi pecho y ella podía verse diminuta, desde mi punto de vista.
Pediré que dos comisarios nos acompañen, quiero que se queden custodiando su departamento. ¿Le parece, bien?- Ella proceso mis palabras, evaluando su comodidad.- No estarán dentro de él, solo se quedarán en la puerta del edificio.-Un suspiro salió de sí, notando que aquello era lo que la hacía dudar. Quizá muchas personas no se dieran cuenta de su actitud, pero yo trabajaba con este tipo de casos y era muy notorio en su comportamiento, que Camila había sufrido al menos un abuso.
Esta bien, me sentiría más segura si ellos se quedaran allí.- Levante mi mano, señalando a Alex y Emmanuel con esta misma, ambos principiantes se levantaron ante mi orden.
Vayan por la camioneta, yo iré con la Señorita Cabello, en mi auto.- Ambos asintieron, caminando hacia afuera del establecimiento.
Gracias Lauren, en serio muchas gracias.- Su voz sonaba con una pizca de alegría, levantando su rostro firmemente y regalándome una bellísima, pero tímida sonrisa.
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FanfictionDesde niña, mi gran sueño siempre fue ser policía. Mi padre lo era, mi abuelo también, desde luego también lo sería yo. Al principio mucho no les agradó, ya saben soy una mujer. Y para dos personas un poco chapadas a la antigua, aquello no era muy...