2. Su sombra

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Narra Francis

Desperté como de costumbre a las 7:30 de la mañana, me sorprendió que Abby no esté en la cama, por lo general ella suele despertar más tarde, así que supuse que estaría abajo por lo que baje a buscarla.

-¿Abby? - ahí estaba, en la cocina, sentía que algo no iba bien, no porque se haya levantado antes, si no porque estaba luchando para encender la estufa, algo en su mirada era... Distinto.

-¿Que?

-¿Estás bien?¿Te sientes mal?

-¿Porque me sentiría mal? Es esta tonta cosa que no sirve,sabes que, comprare algo para comer, te veo luego.

La vi salir del departamento, la estufa funcionaba de maravilla, pero ella simplemente salió, sin más, cabe decir que es una persona que siempre se preocupa de como se ve, pero hoy parece que no le importó, salió con una camisa holgada, unos shorts y el pelo a medio hacer.

Paso una hora aproximadamente y ella simplemente no había regresado, supongo que luego regresará. Me subí al auto y me dirigí al instituto, mi sorpresa fue cuando entre al salón y la vi, Abby traía el cabello corto, ¿en qué momento se lo corto?, cuando salió del departamento lo traía hasta la cintura, el profesor la regañaba por comer en clases y yo simplemente no podía creer que sea la misma.

Tome las clases que me tocaban hasta que por fin sonó el timbre del descanso, no podia esperar a que Abby respondiera mis preguntas. Me dirigí al salón de artes, pero nunca apareció. Era momento de regresar a clases, afortunadamente la siguiente me tocaba con ella, lo que no tome en cuenta es que ella no entraría.

Narra Abby

Mi cabeza daba vueltas, mi vista se nublaba y no sabía dónde estaba, había mucha luz. Cuando logré ver a mi alrededor pude ver el campo de la escuela, algo extraño pasaba, no recordaba haber ido hasta ahí, podia escuchar una voz... La voz de ayer.

-Abbygail, lindo corte - lo busque por el campo pero no podía ver a nadie, estaba sola nuevamente.

-¿Que corte?¿Quién eres? - toque mi cabello, lo traía hasta los hombros, como es posible, cuando me acosté lo tenía hasta la cintura, era largo. -¿Que me hiciste?

-Muchas preguntas cariño, te dije que no te podías deshacer de mi, lo siento mucho princesa.

-¿Que quieres de mi? Habla.

-¿De ti? Déjame pensar... Nada, estaré contigo un largo tiempo, así que espero llevarnos bien.

-Claro, llevarnos bien, eso sería posible si te pudiera ver.

-Tendrias que verte en un espejo para eso.

Sus últimas palabras no las podía comprender, era algo confuso y no sabía de lo que hablaba, no volví a escuchar su voz, había sonado el timbre y me percate que todavía no habían acabado las clases, así que me límite a hacer más preguntas o a volver a hablarle. Me levanté lo más rápido que pude y me fui corriendo a mi siguiente clase, entre y vi a Francis, el me miró pero parecía algo molesto.

-¿Francis?

-¿Si? - no me miraba, me asusta pensar que hice algo malo para que esté así.

-Yo... Lamento si dije o hice algo que te haya hecho enojar.

-Okey, pero la próxima vez que desaparezcas deberías avisar, para no esperarte - se giro para verme por unos segundos y salió del salón de clases, al parecer no había llegado el profesor y la hora la teníamos libre.
Intente buscarlo, fui al salón de artes, a la biblioteca, pero no había rastros de el.

Regrese a casa sola, no volví a saber de Francis en todo el día, al entrar a casa vi una leve sombra reflejada en la ventana que casi no se podia distinguir, intente tocarla pero extrañamente vi mi reflejo en ella y mis manos se toparon con el vidrio, esto me recordó a lo que el había dicho en el campo.

cuando su voz me llamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora