cuando su voz me llama

22. Cartas al aire

Llegamos a casa de Grace, ambos con la adrenalina a tope, ninguno podía dirigir la mirada al otro.

-¿Paso algo? - Grace solo nos miraba.

-Encontramos unas cosas - logro decir Francis.

Los tres entramos a la casa y nos dirigimos al cuarto donde hace un rato nos encontrábamos revisando los periódicos.
Francis saco lo que logró tomar de la biblioteca, entre cartas, periódicos, libros y libretas con anotaciones, nos percatamos que los libros, al igual que el que escondía cartas, estaban forrados y tenían unos pequeños bultos.

Al quitar uno de los forros, cayeron algunas hojas, no tenían fecha, ni firma, una de ellas estaba llena de números, mismos que asendián sin patrón alguno. En otra hoja, había escrita una carta.

"Bajo el color azúl, una historia y bajo el amarillo una verdad, recordando que lo café no siempre fue de ese color."

No lograba entender, ninguno lo hacía, los tres leímos con detenimiento una y otra vez.

-No creo que debamos abrir más libros - Propuso Grace - podrían perderse las cartas y tal ves confundirse.

-No veo nada de los colores que menciona la carta.

-¿Había algo más dentro del forro?

-Una carta más... - Luego de responderle a Grace, Francis tomo la carta entre sus manos y comenzó a leer.

"Se silencio a una ciudad entrega con millones de mentiras y papel de color, bajo la tierra se enterró la verdad que hoy sale de un libro."

La última parte resonaba en mi cabeza "...la verdad que hoy sale de un libro".

-¿De que libro creen que hable? - nos miro Francis.

-Puede ser una de las libretas, ¿No?

Mire a ambos y dije - del libro de dónde salió sería lo más lógico.

-Y por eso no puede ser ahí, chequeos las libretas.

Al revisar los apuntes, parecían llevar el seguimiento de alguien, la letra era distinta. Nada parecía tener sentido. Hasta que encontramos una nota suelta entre las páginas de la libreta.

"Se han dado cuenta de lo que busco, debo tener cuidado con el que escribe con negro"

Nos pusimos a mirar nuevamente las cartas y muchas de ellas eran escritas con tinta azul, roja o a lápiz; a diferencia de las anotaciones en la libreta que toda estaba con tinta negra, lo que quería decir que eran dos personas distintas que al parecer se seguían mutuamente.