GERBERA [pureza;inocencia]

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Faltaban cinco minutos para las diez en punto, se sentía estúpido por usar gafas de sol en el interior, pero nunca ninguno de sus clientes lo había citado en un lugar tan público y a plena luz del día.

Dio un sorbo a su café americano y miró la hora en el reloj de pulsera que llevaba, no había pasado ni medio minuto desde la última vez que lo vio. Empezaba a temer que aquella reunión fuese una trampa, aunque, de todos modos, estaba preparado para cualquier situación.

Miró el reloj una vez más, impaciente, y cuando levantó la vista notó al chico bajito que llegó a su mesa, se sentó y le sonrió.

—Ese lugar está ocupado —dijo Minho secamente—, espero a alguien, piérdete.

—Soy yo —habló el chico—, yo lo cité aquí.

Minho se quitó las gafas y lo miró de arriba-abajo, era pequeño y escuálido, con ojos redondos y mejillas regordetas, pensaría que era un estudiante de secundaria de no ser por la sudadera con el logo de la universidad que llevaba, la cual por cierto le quedaba grande.

—¿Es una broma? —preguntó, molesto.

—No, no —el niño negó con la cabeza y ambas manos—, soy Han Jisung, la persona que necesita de su servicio.

Minho rio sin humor, dejó algo de dinero en la mesa y se levantó dispuesto a irse, pero el chico se acercó y lo tomó del brazo, impidiendo que se alejara.

Obviamente el mocoso no sabía con quién estaba tratando, pero después de ver la aterradora mirada que le dirigía, Jisung lo soltó y dio un paso atrás.

—Escuché que usted es el mejor... lo necesito.

—¿Quieres que le dé una lección a los niños que te roban el dinero del almuerzo? —se burló Minho, volviendo a sentarse.

No le gustaba que le hicieran perder el tiempo, pero era temprano y molestar un poco al chico lo pondría de buen humor.

—No, quiero que encuentre a alguien y lo mate por mi —dijo Jisung con el ceño fruncido.

Minho casi se ahoga con su café, el niño estúpido había hablado demasiado alto, pero, por suerte, la cafetería estaba completamente desierta a esa hora.

—Para empezar, no soy detective —espetó Minho—, y no sé cómo conseguiste mi información de contacto, pero esto no es un juego, mocoso.

—No estoy jugando, y no soy un mocoso —replicó Jisung indignado—, también sé que la tarifa es alta, y puedo pagarlo.

—Ah, ¿sí? ¿Cuántos años tienes? ¿doce? —siguió Minho en tono de burla—. Yo no hago negocios con niños.

—¡Tengo veinte! —dijo Jisung sin evitar alzar la voz, ese idiota ni siquiera se veía mucho mayor que él, ¿con qué derecho lo trataba como si fuera un niño?—. Además, eso no importa, necesito el servicio y usted el dinero, ¿cuál es el problema?

—El problema es que eres un mocoso, no me importa cuánto dinero tengas, no voy a tomarlo.

Jisung frunció el ceño, molesto.

Minho se levantó y tomó su chaqueta del respaldo de la silla, dispuesto a irse, pero Jisung lo impidió de nuevo, aferrándose a su brazo y colocándose frente a él, cortándole el paso.

—Entonces... podría pagar con algo más... —sugirió batiendo las pestañas y mirándolo con falsa inocencia.

—¿Qué...?

Por primera vez en su vida, Minho se quedó sin palabras.

—Piénsalo —dijo Jisung, le giñó un ojo y se fue, dejando a Minho solo y aturdido.

Criminal 🔞 [Minsung, Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora