DALIA [gratitud]

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Minho estaba exhausto por el viaje, cuando llegó a su departamento prácticamente tiró su equipaje en la entrada y se dirigió al sofá, dispuesto a dejarse morir por las próximas doce horas, pero un familiar bulto gris ocupaba casi toda la superficie.

Suspirando, Minho se dejó caer en el sillón a lado del cuerpo enroscado de su hermano.

—Creí que llegarías esta noche —le dijo a Felix.

—Anoche... sucedió algo así que adelanté mi regreso —respondió el menor, su voz amortiguada por la cobija que le cubría el rostro.

—¿Estás bien?

Felix asintió, o eso parecía, Minho solo notó la cabeza de su hermano moviéndose bajo la manta, así que lo destapó para verlo mejor.

—Dios... te ves horrible —dijo el mayor y volvió a taparle la cara.

Felix medio rio y se levantó sentándose recto a lado de su hermano, intentó arreglar el desastre que era su cabello, pero no pudo hacer nada por la cara hinchada, nariz y ojos rojos.

—¿Qué te pasó? ¿Dónde están tus ojos? —se burló el mayor.

Felix bufó molesto, no quería hablar de eso y menos con Minho.

—Está bien, dime que sucedió —pidió su hermano, más serio.

—¿Podemos no hablar de eso? —Felix murmuró, evitando sus ojos.

—No —dijo Minho—. A juzgar por tu cara has estado llorando desde ayer, ¿quién lo hizo? ¿por qué regresaste antes?

—Changbin-hyung y yo peleamos —dijo Felix, su hermano frunció el ceño, estaba a punto de decir algo, pero no lo dejó y continuó hablando—, fue culpa mía.

Minho parecía molesto y no muy convencido de lo que iba a decir, pero al final habló.

—Pues entonces llámalo, habla con él y aclara las cosas —suspiró.

—No puedo, borré su número de teléfono y no lo recuerdo.

—¿Sabes dónde vive? ¿Dónde trabaja? —Minho preguntó— Ve a buscarlo.

Felix sollozó nuevamente.

—¿Y si no quiere verme?

—Entonces quédate aquí llorando como magdalena —Minho rodó los ojos.

No sabía porque estaba dándole consejos a su hermano si no iba a escucharlo, además el tipo ni siquiera le agradaba.

Felix le dirigió una mirada furiosa antes de levantarse del sofá y lanzarle la cobija a la cara, luego fue a encerrarse a su habitación azotando la puerta.

Minho suspiró, ya no tenía ganas de quedarse en casa, fue a su habitación y tomó un baño. Felix seguía encerrado para cuando salió así que simplemente guardó sus cosas y se fue, no sin antes asegurarse de cerrar bien la puerta y colocar el código de seguridad.


 Felix seguía encerrado para cuando salió así que simplemente guardó sus cosas y se fue, no sin antes asegurarse de cerrar bien la puerta y colocar el código de seguridad

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Criminal 🔞 [Minsung, Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora