Criminal 🔞 [Minsung, Changlix]

CICLAMEN [despedida]

Tokio, Japón — 2021. 06. 03.

Kim Seongsoo caminaba de la mano con una joven japonesa cuando menos unos veinte años menor que él, Minho sintió náuseas al mirarlos.

Paseaban felices por el centro comercial, mientras dos pobres empleadas los seguían por detrás, con los brazos repletos de bolsas de compra de diferentes tiendas.

Algo en un escaparate llamó la atención de la chica y entraron a la tienda, Minho los siguió en silencio manteniendo una prudente distancia, la chica estaba contenta eligiendo un enorme oso de peluche del doble de su tamaño, las mujeres que los acompañaban suspiraron fatigadas, Seungsoo parecía harto de la situación, pero en cuando su novia lo miraba le dirigía una brillante y falsa sonrisa.

—Bienvenido, ¿puedo ayudarle? —preguntó una de las empleadas de la tienda.

Minho hizo una leve reverencia y miró alrededor fingiendo buscar algo, hasta que su mirada se detuvo en un pequeño llavero que llamó su atención, porque le recordaba mucho a alguien.

—Me llevaré este —respondió en un perfecto japonés.

Sacó su teléfono y envió una fotografía inmediatamente, sonrió para sí mismo y volvió a guardarlo, pero su sonrisa se desvaneció cuando buscó con la mirada a Kim y su acompañante y no les vio por ningún lado.

Salió de la tienda a toda prisa y miró en los alrededores, pero no les encontró, el centro comercial era enorme.

Se maldijo a sí mismo por ser tan estúpido y distraído, no volvería a alejar su mente del trabajo otra vez.

Seúl, Corea del sur

Había sido una bonita tarde, la mejor que Jisung tuvo en años, salió a pasear con su madre quien ya había pasado sobria casi una semana entera, fueron de compras al centro comercial, y luego a cenar a su restaurante favorito, ese donde su padre había propuesto matrimonio a su madre y que siempre le traía buenos recuerdos cuando pedía el mismo postre de esa noche, según ella, era como un amuleto de la suerte, además, seguía teniendo el mismo delicioso sabor después de más de veinte años.

Era un poco tarde cuando llegaron a casa, su madre lo había arropado como si fuera un bebé y Jisung estaba listo para dormir cuando escuchó su teléfono sonar con una notificación de sms, lo miró, abrió mucho los ojos y se quedó viendo la pantalla por casi dos minutos sin parpadear, pensando que probablemente Minho había cometido un error.