˗ˏ ̀ 009 ♡ ↴

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------------- 𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐔𝐍𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄 ☀️

El mexicano adoraba jugar con Argentina, aunque esté último se enoje porque no le gustaba que le quiten sus cosas, no alcanzaba para quitárselas. Aunque golpeaba a México en el abdomen, no podía hacer que baje para que le dé su peluche de sol o su teléfono.

Se subió al sillón, y ni aún así lo alcanzaba lo suficiente para quitárselo.
Daba hasta saltitos, hasta que en uno de esos saltos, se aferró bien al cuello de México, clavando sus uñas en el cuello del mexicano.

—¡No, no, Argentina, bájate, wey! Me estás lastimando, mi amor.—México dijo, riendo nervioso, agarrando al del sol para que ya no se aferre a su cuello de esa forma tan dolorosa.

—Dame mi peluche.

—No, te dije que me ayudes a limpiar la casa, mi vida, y no lo estás haciendo. Estás ahí acostadito mientras que yo hago todo, debes de ayudarme.—Le dió un besito en la frente, dejándolo de pie en el sillón.

—No puedo, estoy pequeño.

—No es una excusa, solecito precioso.

—Si es.

—No, no es, ahora vamos, debes de ayudarme a lavar la ropa.

México le dió su teléfono para que lo deje ahí. Argentina miro hacia arriba al mexicano, alzando sus brazos para que lo cargue hasta la habitación de lavado.

—No está lejos, camina.—México dijo, yéndose de la sala de estar. Argentina se bajó con cuidado, yendo corriendo con toda su rapidez de solecito detrás de México.

Argentina ayudaba a México a lavar la ropa, era en cierta forma tierno ver la diferencia de tallas de la ropa, era adorable, México siempre sonreía cuando veía las camisas de Argentina, porque eran pequeñas como él.

—México... México, México...—Argentina le jalaba de la camisa para que le hiciera caso, estaba aburrido ahí, quería jugar algo.—México...

—Mmh, ¿Qué tienes, mi amorcito? Se que estás aburrido pero debemos de hacerlo, corazoncito, ven, un abrazo te puedo dar nomás.—Lo abrazó, Argentina se aferró a sus espalda, quedándose así con él unos segundos, recibiendo besitos en la mejilla, varios besitos, uno tras otro

Argentina siempre disfrutaba de esos besitos, salió de entre los brazos de México con una gran sonrisa y más animado, yendo de un lado a otro, a veces queriendo subirse en México, para que lo cargue. Amaba que México lo cargue todo el tiempo, se sentía muy bien estar ahí en los brazos del mexicano.

—México.

—¿Si, mi cielo?

—¿Puedo comer galletas? Me dijiste que podía si comía toda la comida.—Dijo, aferrándose a la mano de México, jalando de esta para ver si le dejaba ir a comer galletas.

México suspiró, tal vez si debía de ir a dejarlo comer, de todas formas era eso lo que quería, que Argentina coma para que pueda subir de peso, y tal vez eso también lo haga crecer de estatura como le habían dicho.

—Esta bien, solo un paquete, sabes cómo te pones cuando comes mucha azúcar, angelito.

El del sol asintió con una gran sonrisa, yendo corriendo fuera.

—¡No corras, mi amor!—Le dijo en voz alta. No le gustaba cuando Argentina corría en la casa, un día lo estaba haciendo y se cayó, tuvo que llevarlo al hospital porque se lastimó la mano al caer.

A Argentina nada lo paraba, corría de un lado a otro, se subía, se bajaba, si se caía se levantaba para seguir corriendo, sin importarle nada, hasta que México lo descubre y se da cuenta que le sale sangre de algún lugar.

—Ve a regar las plantitas, calabacita, ten cuidado cuando salgas, pastelito.

México le dijo, el menor asintió, yendo a regar las plantas y flores que tenían en el jardín.
El tricolor poco después salió a ver cómo estaba, ahí lo vio, tan lindo como siempre, regando las plantas, se le hacía el ser más hermoso y precioso que había visto en su vida, lo amaba.

Argentina miró a México, sonriéndole, era esa sonrisa que tanto amaba, tan hermoso y radiante, nunca pensó en que algún día iba a lograr tener al del sol en su vida, vivir juntos en una linda relación.

—¿Ya terminaste, solecito?

—¡Si, si!—Respondió sonriente, yendo donde México ahora, siendo besado en los labios.—¿Podemos salir a comprar helado?

—Tal vez después, pequeño, cuando terminemos.

Iba a ser un día muy lindo para ellos, aunque todos los días eran lindos para la pareja.

𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐔𝐍𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄 ! mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora