𝐒𝐌𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐔𝐍𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄 ! mexarg, terminada.

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CW: Contenido explícito +18
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Ese día todo iba normal, un día lindo y soleado, Argentina yendo de un lado a otro, siguiendo a México a todos lados que iba, aferrándose a su espalda de vez en cuando para que lo cargue, el del sol era como la pulga de México, siempre lo tenía aferrado a él en todo momento, no se quejaba eso, México solo se reía cada que sentía al menor agarrarse de su cuerpo.

—¿Qué estás haciendo, mi amor? Estoy trabajando, y tú también deberías de estar haciéndolo, no es hora de jugar, pequeñito.—Le dijo al menor quien solo se quedaba entre sus brazos y en su regazo, acostadito ahí, acurrucado en su cuello, la diferencia de tamaño entre ambos era como siempre, enorme, por lo que Argentina encuentra cálido y reconfortante estar entre los brazos de su amado.

Argentina no respondió, solo se quedó dormido a los segundos, México siguió trabajando, de vez en cuando moviéndose para acomodarse y al mismo tiempo asegurarse de que Argentina esté bien, lo miraba a la carita, dándole un besito en los labios o en su frente, volviendo a su trabajo.

En el tiempo, México sentía como su pequeño cuerpo se removía en su regazo, tratando de encontrar una posición más cómoda, cuando la encontraba, se dejaba caer dormido otra vez, dormir de esa forma con México era una de las mejores cosas que la había pasado en toda su vida.

Despertando, miró como el mexicano seguía en su trabajo, bostezó, estirándose en su lugar, después acurrucándose en el pecho de México, rió al ver eso.

—Por fin despiertas, solecito, dormiste bastante tiempo, no quise despertarte, así que me quedé adelantado un poco más de mi trabajo.—Comentó. Argentina asintió, viendo lo que estaba haciendo, le sonrió, dándole un pequeño beso a México en los labios cuando le agarró de las mejillas.

México le regresó el beso, uno tras otro, hasta dejar todo de lado y proseguir con los besos a Argentina, lo agarró con cuidado en brazos, sentandolo bien en su regazo. El beso comenzó a ser un poco más fuerte, más apasionado con el paso de los segundos. El menor se emocionó de inmediato cuando el beso avanzó, eso solo significa una cosa, y era que México iba a tomar la iniciativa para tener relaciones.

Le causaba muchísima felicidad aquello, por fin iba a tener sexo con México.

Lo abrazó por los hombros, dejando que lo bese en todos lados. México bajó sus besos al cuello de Argentina, quitándole la ropa para tirarla al suelo, sus grandes manos pasando por el pequeño cuerpo del solecito, apretando, mordiendo el cuello, hombro de Argentina, dejando sus marcas y chupetones. Argentina temblaba, gimiendo bajó, apretando los grandes brazos del mexicano, hasta poder mover sus caderas, rozando contra la entrepierna de México.

Mordió su labio inferior al sentir como crecía la erección debajo de él, se sentía muy grande, y ni siquiera estaba duro por completo, tal vez ni la mitad de erecto. El mexicano quería darle todo a Argentina ahora, confiaba en que iba a ser cuidadoso, ya que había veces que se podía excitar bastante, al punto dónde usa a Argentina como si fuera un juguete y nada más que eso.

El del sol abrazó con más fuerza a México, pegándolo a su cuerpo, cuando el mayor lo alejó, mirándolo, pasando sus grandes y venosas manos por el cuerpo del menor, por su pecho, frotando los pezones de Argentina, hasta agarrarlo, subirlo un poco para dar leves lamidas por sus pezones, hasta chupar de ellos, mordiendo suave, succionando de su piel, hasta que los pezones de Argentina queden rojizos e hinchados por la forma en la que lo hacía.

—Tengo que prepararte primero, mi amor. Con mis dedos.—Le susurró, abriendo un cajón del escritorio, ahí tenía un lubricante, lo tenía ahí en casos como esos. Lo abrió, dejando que el menor se aferre a su cuello con sus bracitos. Colocando una cantidad grande en sus dedos y en el trasero de Argentina, en su entrada, frotando está ahora con su dedo.