【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ GᗩᒪᒪY】

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〘Actualizado 20/Mar/2022 | 11:54 P.M.〙

Micaela

Nuevo día, nuevo intento. Pertenezco a uno de los grupos más importantes que quedan en este mundo, el Brazo Derecho, una organización que por años buscó la manera de hacerle frente a CRUEL, intentando sabotear sus planes, aunque por alguna circunstancia, fracasábamos perdiendo a muchos de nuestros aliados en el proceso, eso hacía que muchos de los chicos desistieran de su participación en él y se marcharan a esperar el final en las calles de los viejos edificios desmoronados. Eso ponía furioso a nuestro jefe, siempre repetía que su oportunidad para llegar a la gran ciudad sólo sería posible con un milagro.

—Puedo perder a todo el equipo si es necesario, Mica, menos a ti. Por favor, no me abandones.  —Su aspecto tan repugnante me causaba incomodidad pero al mismo tiempo tristeza, tenía un leve dolor en el pecho y mi rodilla sangraba demasiado por la caída de hace rato. El jefe conocía muy bien la parte más blanda de mi persona por lo que, entendía cuál sería mi respuesta—

—Es muy pronto para decirlo pero, tenemos a un pez grande a bordo. —La molestia en el rostro del jefe se notaba al aparecer uno de nuestros guardias, este sonreía de oreja a oreja. Aunque no llegamos a tiempo cuando estaban llevándose a los chicos del laberinto A, podríamos buscar municiones dentro de este viejo laboratorio— Hemos revisado los alrededores y sólo tenemos un indicativo de la persona a la que hay que seguir.

Dentro de una de las computadoras se encontraban los nombres de cada uno de ellos pero entre todos se mostraba un chico destacado, del que había notas favorecedoras por doquier y aquel que su capacidad cerebral era incomparable a la de cualquier genio que hayamos tenido en la historia, ¡era un superdotado! Sí no resultaba ser un engaño más de CRUEL, la humanidad tendría su salvación.

—Los seguiremos muy de cerca, a él en especial, tiene lo que se requiere para acabar con mi agonía. —Guardaron aquellos materiales de apoyo junto a otras municiones que nos mantendrían vivos por una semana más—

Estuve vagando por varios lugares, en donde estaban unos cuerpos tirados de chicos con los que trabajaban en los laboratorios y algunos casos perdidos que habían muerto en nuestras manos. Seguía el camino de cuerpos hasta sentir mi corazón apachurrarse por lo que veía.
Un niño pequeño, regordete, había sido asesinado y mantenía los ojos abiertos, algunas de sus lágrimas se encontraban secas, marcando un tono diferente en las mejillas, contrastando con su piel; debajo de él había un charco de sangre espesa, su pecho cubierto de una extensa mancha con la que se dibujaba una mano marcada en su abdomen, mostraba lo duros que fueron sus últimos momentos de vida y de aquellos que lo acompañaron. Desvíe la mirada para encontrarme con los ojos de otro chico, eran negros en su totalidad, estaban bien abiertos, me acerque al cuerpo pero no había pulso ni movimiento, miré el arma que portaba, guardándola en mi bolsillo. Cuando estuve segura que la podría utilizar, la quite de sus manos con un movimiento rápido, observando todo a mi alrededor en caso de activar una trampa, podía sentir las gotas de sudor resbalando de mi frente y una voz interna que se burlaba de mi demencia como consecuencia del virus. El tipo apretó mi muñeca con fuerza, soltando un gran alarido de dolor activando con ello las alarmas del recinto que tanto odiaba.

Intenté zafarme de su agarre, golpeando su abdomen y el pecho de manera estratégica, precisamente en donde había sido herido por una especie de estaca, gritaba aún más fuerte pero soltó su agarre de mi cuerpo. Corrimos despavoridos del lugar con lo que conseguimos, y nos alejamos de ahí para observar qué hacían. Vimos a los tipos de antes, riendo eufóricos ante su victoria, platicaban animados mientras uno de los Bergs descendía sobre la zona, presentía que aquel grupo había sido engañado por CRUEL y me bastó pensarlo para que  apareciera la ministra Paige, esa vieja maldita, había acabado con todo lo que quería, cada que estaba delante de mí, mis ganas de matarla se triplicaba.

THE MAZE RUNNER  *imaginas*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora