THE MAZE RUNNER *imaginas*

【IᗰᗩGIᑎᗩ ᑕOᑎ ᗰIᑎᕼO】

〘Actualizado 19/Jul/19 | 05:40 P.M.〙 

Minho

Hacía rato que quería correr tal como lo estaba haciendo hace unas semanas, extrañaba el aire estrellándose frenéticamente contra mi cara mientras avanzaba por cada sección del laberinto, principalmente por el hecho de estar castigado por galorpadas que se inventó Jack, el muy miertero se quiso hacer el chistoso con respecto a mi apariencia física y obviamente, nadie va a negar lo fabuloso que soy, le propine un muy buen puñetazo en la mandíbula que incluso dejaría impresionado a Gally. 
El shank obviamente no se quedaría así y fue a llorarle a Papi Alby, él muy molesto acudió a molestarme mientras me preparaba para salir como todos los días a hacer mi preciado recorrido, me dio todo un sermón acerca de la importancia que tenían las reglas en el área y el hecho de que sólo nos teníamos los unos a los otros, claro que giré los ojos y bufé una que otra vez, eso me costó ir directamente hacia el cuchitril que se habían hecho para encerrar a los que tienen un mal comportamiento; empezó quitándome el derecho de corredor por todo el mes, estuve ayudando al regordete molesto en sus labores y vaya que no cerraba la boca, ganas no me faltaban de echarlo con los penitentes, odiaba dejar de comer, a nuestro querido líder se le ocurrió entonces retirarme la cena, claro, siempre culpando al asiático de todo por ser diferente al resto. 

—¿Cómo te sientes de estar de vuelta? —Ben me alcanzó a unos metros de las enredaderas más largas y me detuve en seco para poder descansar—

—Ya quería regresar, me estaba hartando del bocón de Chuck y sus bromas en los baños, cuidado viejo. —le di un ligero empujón a lo que él rió—

—Es sólo un niño, es normal que se aburra de estar solo siempre haciendo todo el trabajo sucio. —me encogí de hombros restándole importancia—

—Da lo mismo, ahora sólo quiero disfrutar de este tiempo aquí afuera y regresar antes de que las puertas se cierren, no quiero que una de esas babosas se haga mi amiga. —Ben rió de nuevo por mi chiste, nos encaminamos para seguir corriendo por ahí haciendo bromas el uno al otro, cabe destacar que la mayoría de ellas iban orientadas al físico—

Malia

Mi llegada a este lugar fue bastante extraña, no tenía una idea de qué hacía ahí, cuál era mi nombre, cómo es que ese lugar existía tenía tantas dudas pero mi mente totalmente en blanco empezó a imaginar lo peor, y como no, ver tantos chicos me ponía bastante nerviosa, algo que no podía evitar con uno de ellos, llamó mucho mi atención un asiático, moreno, de unas facciones lindas, sólo tenía un problema con él, era narcisista y egocéntrico de a millones, no podías dirigirle la mirada porque ya decía que te iba a cobrar dos manzanas por mirarlo, a mi se me ocurrió una vez, terminé tan sonrojada que parecía un tomate. 

—Malia, es bueno verte hoy. —Alby me saludó con una sonrisa de oreja a oreja, siempre tan amable— ¿Estás lista para tu gran día? 

—No lo sé...todavía me da nervios, ¿qué tal si no se arar bien? o, ¿qué tal si los cultivos no resultan bien de mis manos?

—Tranquila, lo harás bien, por eso tuviste al mejor jardinero de estas estancias, Zart es grandioso en lo que hace y te enseño todo lo que alguna vez le enseñaron a él. —alborotó mi cabello ligeramente y sonreí tranquilizandome—

—Gracias Alby, tus palabras siempre me ayudan a estar mejor. 

—No tienes nada que agradecer, te lo dije desde el primer día que llegaste a este lugar, se va a procurar el bien de todos los larchos y ahora eres una parte fundamental de este lugar. Si llegaras a necesitar algo, cualquier cosa, no dudes en pedirmelo.