𝐅𝐫𝐢𝐝𝐚𝐲'𝐬 𝐂𝐡𝐢𝐥𝐝 ━━ 𝐷𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑀𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦

𝟗:

TW: alcohol, advertencia de emetofobia

Hogwarts siempre se sintió más mágico en Navidad. La nieve se esparció a lo largo del horizonte, cubriendo los campos ondulados, las puntas de los árboles y las torretas del castillo con una capa blanca. Los pasillos tenían más corrientes de aire, los fuegos más rugientes, las mañanas y las tardes eran oscuras de todos modos, pero de alguna manera se sentía más acogedor. Las decoraciones adornaban las paredes y los espíritus eran más altos a pesar de saber que Voldemort estaba construyendo su ejército. La Navidad les dio a los estudiantes una razón para olvidar.

Draco la odiaba. Cuanto más se acercaba la Navidad, peor se sentía, solo sabiendo que pronto tendría que abordar el expreso de Hogwarts y pasar dos semanas en la casa que había llegado a odiar, donde tendría que ver la preocupación constante en el rostro de su madre, y actuar como el Mortífago en el que se convertiría, albergando el círculo íntimo del Señor Oscuro. Dos semanas lejos del castillo, lejos de la comodidad y seguridad de estar lejos de casa, pero lo peor de todo, dos semanas sin Juno para aliviar su angustia.

Juno, por otro lado, amaba la Navidad. Estaba emocionada de volver a casa y ver a su padre, y pasar un tiempo con Luna; apenas se veían en el castillo. Extrañaría a las criaturas y extrañaría sus lecciones y, sobre todo, extrañaría a Draco, pero aún así, estaba ansiosa por pasar dos semanas con su familia. Esperaba que Draco estuviera bien, sabía cuánto había llegado a despreciar su hogar. Deseó que él pudiera venir a visitarla, intercambiar regalos y beber un poco del oporto casero de su padre, comer pasteles de carne picada y atrapar hadas para guardarlas en frascos para decorar la casa.

El último viernes antes de Navidad, Juno y Draco se encontraron en el lago como siempre lo hacían, pero Draco tenía más en mente que simplemente sentarse en la nieve y fumar.

—Vamos. —la saludó, tendiéndole la mano y tirándola para que se pusiera de pie. Ella lo miró con curiosidad. —Es casi Navidad, esta es la única vez que tendré que celebrar, haremos algo divertido-

—¿Qué tienes en mente? —ella se rió, apretándose la capa a su alrededor. La nieve cayó sobre ellos y quedó atrapada en sus cabellos y pestañas.

—Hogsmeade. —declaró, volviéndose para marchar lejos del bosque.

—¿Y cómo propones que hagamos eso? Con todas las medidas de seguridad en su lugar-

—Encanto de la desilusión. —se encogió de hombros, volviéndose hacia ella mientras caminaba, una sonrisa triunfante se apoderó de sus rasgos, —no hay nada que puedas decir que me haga cambiar de opinión, vamos. Ahora, ¿Lanzas tú el primer encanto, o yo?

—Lo haré. —sonrió, sacando su varita y profiriendo —ilusión.

—Está bien, tendrás que aferrarte a mí para que no nos perdamos. —dijo mientras le lanzaba el hechizo. Como lo había hecho antes, enlazó sus meñiques y él los condujo desde los terrenos del castillo hacia Hogsmeade.

A medida que se alejaban más y más del castillo, descendían hacia la oscuridad, el camino fuera de la escuela iluminado solo por la tenue luz de la luna, que estaba en su mayor parte ocluida por las espesas nubes que colgaban bajas en el cielo, cubriendo sus pasos en las gruesas capas de nieve. Apenas podían distinguir las estrellas, a pesar de la densa niebla, la falta de luz las hacía contrastar con más dureza contra el manto oscuro del cielo. Mientras caminaban, Juno se encontró distinguiendo sus constelaciones favoritas.

—Mira. —suspiró ella, rompiendo el cómodo silencio que había caído entre ellos, —puedes ver a Orión y Géminis, son mucho más prominentes sin toda la luz antinatural-