No leas este fanfic Isargas

Taxi?

Las clases parecían ir bien, las entregas de el primer parcial se acercaban, y específicamente uno de los proyectos tardó mucho más de lo que esperaban Martín y su equipo.

-Esto no va a secarse ahora, tendremos que esperar a mañana para poder terminarlo, pueden llegar a las 7:00 para que nos dé tiempo? - propuso una de las chicas de equipo y todos asintieron sabiendo que tenía razón y por más que quisieran, ese proyecto no estaría listo ese día.

-Bueno. Pues entonces nos vemos mañana - dijo otra chica guardando un par de cosas en su mochila.

-Si alguno sabe cómo hacer para unir todo rápido ya al final, mañana nos dice. Porque el tiempo se nos vino encima - dijo un chico que al final removió su cabello, todos asintieron y abandonaron el lugar.

Martín miró la hora. Era tarde, el próximo bus de la escuela saldría en poco más de una hora. No quería tener que pedir un taxi, se le hacía peligroso y más a esas horas de la noche "maldito proyecto" repetía en su mente pues no parecía que les fuera a tomar tanto tiempo. Se sentó en una banca cerca de la parada. No le quedaba más que esperar. Pronto empezó a llover, ahora no podía moverse de ahí por más que quisiera hacerlo o terminaría más empapado que cualquier paraguas, y sobre todo, el computador se haría mierda. Saco el teléfono y se propuso a buscar la solución a cómo terminarían de unir las piezas de su proyecto, apenas empezó a leer las respuestas de búsqueda escuchó el sonido de un claxón, miro al frente, una sonrisa se formó en su rostro al ver quién era.

-Qué haces aquí tan tarde?

-Proyecto.

-Ahora si te creo que sea un proyecto.

-Debería subir el vidrio, el auto terminará empapado - cambió el tema.

-El que terminará empapado eres tú, planeabas quedarte ahí hasta que acabara la lluvia? - Martín levantó los hombros - vamos, sube, hace frío, te enfermaras - dijo estirándose para abrir la puerta del auto.

- Qué hace? cierre la puerta, se morará todo! - dijo Martín abriendo los ojos ante la acción de su tutor.

-No te secuestraré, solo te llevare a casa - terminó riendo, de nuevo había leído la mente de Martín - anda - le dio una mirada acompañada de una sonrisa tan sincera que Martín no se pudo resistir, tomó su mochila y corrió hasta el auto.

-Y bien, a dónde vamos? - dijo Isaza mientras subía el vidrio.

-A donde va usted?

-A mi casa - respondió burlón.

-Y por dónde es, igual puede dejarme en el camino.

-Dime dónde vives y así se que ruta seguir.

-Al norte, por la tercer ruta - dijo Martín.

-Perfecto - dijo poniendo en marcha el auto.

-También va para allá? - apenas lo volteó a ver.

-Ajam - dijo sin dejar de ver la ruta fijamente - ahora si - dijo casi para sí mismo mirando de reojo a donde Martín estaba, encogido en el asiento, apenas mirando el celular de vez en cuando.