No leas este fanfic Isargas

Reasignación de tutor

-Martín, creo que sería conveniente que cambiaras de tutor.

A Martín se me estrujó el pecho, cómo era posible que dijera eso. Martín la había cagado, lo sabía, lo jodidamente sabía, pero aún así lo único que salió de su boca fue un - A - temblaba por dentro "Lo arruine, lo arruine y ni siquiera se porque me importa tanto" se regañó "claro que sabes porqué, porque es solo un simple maestro que se preocupó por ti y ahora de seguro te odia" se respondió teniendo una pelea interna.

-Hablare con los directivos para arreglar el cambio - estaba a nada de revolverle la cabeza, pero su mano se desvió y apenas le dio una palmada en el hombro.

"Me detesta" pensó Martín, y sentía como si su hombro pesara una tonelada, ni siquiera se atrevió a mirar por donde se había ido, se quedó estático y pronto cayo al suelo, se quedó ahí hasta que una alarma sonó en su pantalón, sabía lo que significaba, el autobús salía en 3 minutos, no llegaría aunque atravesara el campus volando, ni siquiera se inmutó en moverse, cuando la alarma se detuvo, sintió sus ojos acuarse, ahora no le interesaba en lo más mínimo haber perdido el autobús, se sentían como un problema tan mínimo en este momento; No lo controló y la lágrima corrió por su mejilla, la secó rápidamente, sabía que ahora más alumnos empezarían a salir de clase y sería raro que lo vieran a medio pasillo tirado, se levantó se sentó en la banca más cercana, abrazó la mochila con furia "demonios" se dijo viendo la hora en el reloj y sintiendo como de nuevo quería llorar, la campana sonó, no quería que nadie lo viera así y le hiciera preguntas estupidas, igual no se llevaba con nadie, era poco probable que le preguntaran algo, pero igual salió corriendo con la cabeza baja, necesitaba estar solo, choco con muchas personas, ni siquiera se preocupó por pedir perdón, solo quería alejarse de todos, terminó trepado en un árbol, la mochila colgada de una rama. Y la cara escondida entre las rodillas abrazadas, de nuevo se sentía tan solo. Se quedó ahí hasta que el cielo se volvió en tonos naranjas, ya estaba más calmado, pronto llegaría el siguiente autobús, siempre estaba más vacío a esta hora, podría sentarse al fondo y nadie preguntaría por los ojos hinchados.

Se fue viendo las luces que brillaban de los edificios, llegó a su casa y se sirvió algo de comer, su madre no estaba, tampoco le había avisado que llegaría tarde, no le importo esperarla, se fue a su habitación, su celular sonó, era un correo del director.

-Leyó el asunto - Reasignación de tutor - sin pedir permiso las lagrimas volvieron a salir, se tiro en la cama a llorar hasta que se quedó dormido.

A la mañana siguiente no fue a la escuela.