Sorpresa

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-Oye pequeño, te tengo una sorpresa - le dijo Isaza tras recoger la basura - cierra los ojos - le ordenó.

-Qué es? - preguntó mirando ansioso a su alrededor.

-Si te lo digo ya no es sorpresa, solo tápate los ojos - dijo haciéndolo mirar de nuevo al frente - No los vayas a abrir.

-No lo haré.

-Espera un segundo - se escucha la puerta abrirse, los pasos alejarse y volver, las manos de Isaza poniéndose sobre sus ojos - A la cuenta de tres - dijo sintiendo como los párpados se apretaban bajo sus manos - uno... dos ... tres... tada... te gusta? - dijo quitando sus manos y dejando ver una computadora aún en su caja frente a él.

-Isa... que ... no, yo, no puedo, no puedo aceptarlo, no.. no, no - dijo apenas pudo hablar.

-Si puedes, claro que puedes, es un regalo, y lo necesitas.

-Se que lo necesito, pero no... no puedo aceptarlo... - dijo tomando la caja entre sus manos y estriándosela de regreso.

-Tomas mis besos, pero no mis regalos - dijo Isaza mientras que Martín subía 15 tonos.

-No es eso... es que esto es muy costoso - su estómago dando vueltas y vueltas.

-No quiero que pienses que te trato como a una puta - se rió - No es el caso, solo acéptala - volvió a acercarle la caja.

-Te la pagaré... no sé cómo pero lo haré - dijo por fin aceptándola.

-No te dejare hacerlo, vamos, ábrela, parece que no estas emocionado! - dijo como un ansioso niño pequeño que quiere ver qué le regalaron a su hermano en navidad.

Martín sacó la computadora, la conecto e Isaza lo ayudo a configurarla, descargaron los programas que necesitaba e instalaron todo lo necesario, tenia una sonrisa tan sincera en el rostro, estaba tan genuinamente feliz y emocionado, no dijo nada, solo abrazo fuertemente a Isaza casi ahogándolo con la fuerza - Gracias - dijo casi en un susurro.

-La doctora dijo que no hicieras esfuerzo, y estoy casi seguro que este agarre tuyo esta requiriendo de mucho esfuerzo - le acomodó un mechón tras la oreja cuando se separó,

-Porque haces esto? - le preguntó.

-No lo sé, es como si algo dentro de mi lo hiciera por instinto - hizo una mueca - cuando estoy contigo, me siento... diferente, diferente bueno, como si debiera protegerte, como si debiera guiarte, no lo sé, seguro piensas que estoy loco - se rió un poco.

-No... en realidad te entiendo,  es como si llenaras un vacío en mi vida.

-Exacto! Justo eso.

-Porque no te conocí antes? - Sus ojos con un brillo suplicante. De nuevo se abrazaron y se quedaron asi un buen rato.

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