Sin discusiones

145 21 1
                                    

-Te llevaré a tu casa - le dijo Isaza después de un rato.

-Em... sobre eso... mis llaves estaban en mi mochila.

-Y tu mamá no está en casa? Quieres que la llamemos? - Isaza sacó el teléfono.

-Eh... yo...

-No sabes su número.

-No - admitió.

-Bien... debe estar registrado en tus papeles de inscripción - dijo arrancando el auto.

-A dónde vamos? - Martín se acomodó el cinturón.

-A la escuela, con algo de suerte Laura nos ayudará a encontrar su número.

-Pequeño detalle... yo no registré su número... - una sonrisa forzada formándose en su cara.

-Y entonces que registraste? Debías hacerlo para emergencias cómo estás - lo miró serio, Martín se encogió lo hombros.

-Solo no quería que la llamaran para molestarla con los problemas que pudiera llegar a tener en la escuela - se miró las manos y sus hombros poco a poco perdían fuerza, su estomago gruñó fuertemente.

-Tienes hambre - dedujo.

-Si... algo.

Isaza siguió  conduciendo, pronto se detuvo y estacionó el auto, el letrero luminoso los cegaba, Martín se asomó por la ventana,   "Sopas de Susi" leyó en su mente y miró a Isaza.

-Nada de grasas dijo la doctora... ademas a mi hermana le encantaba venir aquí de pequeños porque llevaba su nombre - dijo desabrochando el cinturón.

-No es necesario - intentó detenerlo.

-No tienes dinero o forma de comunicarte con tu mamá, comamos algo y la esperaremos mientras llega - explicó.

Martín soltó un suspiro y salió del auto, la herida comenzaba a molestarlo, oculto su dolor en una mueca e intentó ignorarlo.

Pasaron y la mujer a la entrada les indicó su mesa, pronto llegó un señor a tomar la orden, mientras esperaban Martín rompió el silencio.

-No tenias que preocuparte - le dijo jugando nerviosamente con sus pulgares.

-No te iba a dejar hambriento y en el frío... no soy tan cruel - intentó animarlo con un poco de humor en esto último.

Las sopa llegaron, el lugar era conocido por su rapidez y sabor... más la primera para ser sinceros.

-Deja de mirarme y come o vas a desmayarte - se burlo Isaza.

-Martín ni siquiera lo había notado, se sonrojó un poco, y empezó a comer.

Martín terminó inclinando el plato para terminar el caldo -Tengo un amigo que diría que eres un niño por la forma en que terminas la sopa - se rió e imitó la acción. Pronto ambos tazones estaban vacíos.

Isaza pagó la cuenta y le hizo un gesto a Martín para que lo siguiera fuera, esta vez lo hizo más lento, el dolor en su costado crecía - Isa... llamó su atención haciendo voltear al mayor - es que... es fin de mes - dijo al borde del balbuceo.

-Si, lo sé - le dijo poniéndose a su lado para ayudarlo a sostenerse.

-Mama no llega a casa los fines de mes - explicó - realmente dijo que no se lo dijera nadie, que era peligroso, que había personas malas que podrían aprovecharse si lo sabían, pero yo sé que no lo harías, y ya te causé muchos problemas... y yo.. yo - comenzaba a balbucear de nuevo.

-Martín, Martín... respira... respira... vamos despacio... tu madre no llegará a casa, cierto? - Martín asintió, su respiración irregular y agitada calmándose considerablemente - bien... no tienes llaves... no hay otra manera de entrar? - Martín negó - ok... eso complica la situación - tus tíos... abuelos... bueno, que con ellos, podrían recibirte?

No leas este fanfic Isargas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora