Capítulo 15: Recuerdos para el tiempo
Pov Caroline
Un año más tocaba visitar a la familia, pero esta vez era algo especial. Tenía una nueva tía y una nueva prima geniales. Eran realmente algo que observar, si observar.
Cuando eres amante de la fotografía es una cosa que aprendes a hacer por instinto. Es magnífico mirar a una persona y ver todo en ella, como es, que le gusta...solo con observar detenidamente, y así lo hice con ellas.
Laura era una mujer realmente feliz, estaba todo el día sonriendo, y era a causa de mi tío. Ella le quería, y mucho. Al parecer su vida era perfecta desde que se casaron. Eran sumamente felices. Pero algo la preocupa en el fondo. Su hija, que a pesar de aparentar estabilidad se derrumbaba por los pasillos de una casa demasiado grande para ella. Babi era una chica realmente preciosa, pero que tenía miedo al mundo. Algo malo la había pasado, la atormentaba. Sabia que no debía meterme en ello pero no podía evitar preguntarme el que. No hacia falta más que ver su forma de vestir para saber que era punk, pero sus gustos parecían estar cambiando a algo que a mi parecer era mucho peor. Se paseaba por los pasillos en pijama durante todo el día sin salir de casa, no parecía tener amigos. Decidí que era algo que consultar a Alex.
-No pensé que fuese a interesarte - dijo él cuando llegue a su habitación en busca de respuestas- de todas formas has venido al sitio equivocado, tampoco se mucho de ella-se sentó en una de las sillas de la terraza y yo le imité.
-Vamos, no te hagas de rogar, dime lo que sabes-le puse un puchero y el sonrió dándose por vencido.
-Bueno, en realidad se llama Barbara, pero al parecer sus antiguos amigos la pusieron el mote de Babi y B o algo así. Coincidimos en clase este curso, ella no se lleva bien con la gente y la gente le tiene miedo, al igual que al idiota de su amigo Billy-dijo con retintín-ambos van juntos a todas partes. Se que él se la quiere tirar pero no creo que lo halla conseguido, ella es una estrecha - le propiné un puñetazo en el brazo.
-No hables asi de las mujeres - regañé. El me ignoró y siguió con su historia.
-Total que ambos nos pasábamos el día discutiendo en clase por cualquier cosa. Luego, un día, de repente, Laura se presentó con ella en mi casa y todo encajó - se quedo callado un buen rato.
-¿Y ya esta?-dije yo sorprendida - eso no me ha aclarado nada - se quedo callado y torpemente miró hacia otro lado. Le pille.-¿Qué más sabes?-mi tono interrogador hizo que se riese.
-Hace un par de días salí con la moto a dar una vuelta y vi como dos cerdos intentaban abusar de ella, asique la ayude. Estaba drogada y borracha, por lo que la traje a casa sin que nadie la viese en ese estado. Al parecer sus amigos raritos la han traicionado, o algo así fué lo que me dijo.
Le miré fijamente, había algo más, que a pesar de que gracias a mi instinto ya sabía, quería oírlo de sus propias palabras.
-No me mires así-dijo levantandose-me pone nervioso y además da grima.
-¿Qué escondes?-dije cruzandome de brazos. Él suspiro. Me conocía demasiado bien como para saber que no le dejaría en paz hasta que lo soltará.
-Promete que no liaras los hilos con el asunto-me señaló con el dedo índice, acusador.
-Esta bien, pero cuentamelo ya.
-Hace bastante tiempo que me siento atraído por ella. No sólo es preciosa, sino que además es única. No hay otra igual, simplemente es ella misma, la da lo mismo que piensen los demás. Se que es lo que llevo buscando mucho tiempo, y me he propuesto conseguirla.
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En un suspíro
Teen Fiction-Me lo ocultaste, no me lo dijiste y ahora ya es demasiado tarde para arreglar las cosas - ella me miraba con lágrimas en los ojos. Nunca creí verla llorar antes de todo esto. Ella era un espejo, sabía ocultar todos sus sentimientos tras las sombras...