En un suspíro

Capitulo 8: Sombras de una estrofa

Capítulo 8: Sombras de una estrofa

Note varias caricias en mi esplada. Resultaban placenteras. Supuse que seria Billy, que habría subido por mi ventana la noche anterior para dormir conmigo. Todo parecia normal hasta que notar unos labios besando mi espalda me hizo reaccionar. Lo primero que pense era donde estaba mi pijama y lo segundo era porque no estaba en mi cama.

-Buenos dias-Billy me miro resplandeciente y feliz mientras me giraba hacia el. Una manta verde me cubria el pecho desnudo. Estabamos en una especie de playa. El tampoco llevaba nada de ropa. Tenía tal cara que el se asusto-Babi, ¿estas bien?.

-¿Porque estoy desnuda?-dije alarmada-y ¿porque tu tambien?- Billy se hecho hacia atras como si lo hubiese empujado.

-¿No recuerdas nada de anoche?-me pregunto en un susurro. Ahora fue cuando me di cuenta de que el fue quien me trajo aqui, pero solo recuerdo cuando me meti en el agua, lo demas estaba borroso. El alcohol no me permitia recordar.

Billy se levanto sin importarle que le viera desnudo y ando hacia la orilla del lago tapandose la cara con ambas manos. Yo me revise el cuerpo de arriba a abajo y note un leve escozor en la entrepierna.

-No puede ser-susurre para mi misma y me tape la boca por el espanto. Mire bajo las mantas y descubri un poco de sangre en mi pierna derecha. Las lagrimas calleron de mis ojos sin control.

-Babi, yo...-Billy volvio hacia mi.

-¿Que es lo que me has hecho?-le grite como pude, pues mi garganta apenas respondía. El se asusto de mi reaccion y verme llorar le rompió los esquemas. No se esperaba un despertar asi despues de la mejor noche de su vida.

-¿Como no puedes recordarlo?-dijo, yo ignoré su pregunta.

-¿Me has violado?-note en su mirada dolida el golpe que significo aquello para el.

-Claro que no, ¿como puedes pensar eso de mi?-me levante agarrando una manta a mi alrededor para cubrirme, aunque mis piernas flaqueaban. Empece a llorar más fuerte y él me abrazo y me beso la frente antes de apoyarme en su pecho.

-Cuentame lo que paso-le pedi cuando estuve mas tranquila. El dudo unos instantes antes de responder.

-Quise enseñarte este sitio porque supuse que te gustaría. Estabamos borrachos y despues de bañarnos pasamos la noche juntos-mientras lo contaba miraba hacia abajo, señal de que o mentia o no me contaba lo suficiente.

-Pero ¿porque?-pregunté.

-Joder Babi, no soy de piedra, si te veo tan atractiva como estabas ayer no puedo evitar intentarlo contigo-sabia que mentia, que habia algo mas, pero no quise saberlo. Yo lloré de nuevo, desconsolada.

-¿Tan horrible es hacerlo conmigo?-pregunto dolido.

-No es eso-dije secando mis lagrimas-es que yo...yo nunca...-No lo dije pero el lo entendió, el supo que yo nunca lo habia hecho antes, que el había sido el primero, y se sorprendió tanto que dio dos pasos hacia atras. Vi como se dirigía hacia el arbol mas cercano y lo golpeaba con todas sus fuerzas gritando todo tipo de impertinencias. Volvio corriendo hacia mi y me abrazo.

-Lo siento. Lo siento mucho Babi-note su impotencia-Yo no lo sabia, yo no quería hacerte algo asi. Pense que tu ya lo habías hecho-me abrazó con fuerza pero yo me aparte rapido.

-Necesito pensar-le dije antes de alejarme hacia mi ropa para vestirme sin que me viera. Me puse el vestido de la boda de nuevo y cogi los tacones de entre la arena.

Le mire, el tambien solto alguna lagrima, aunque no entendí la razon.

-Hagamos una cosa-me dijo mientras el tambien se vestia-se que sera dificil, pero olvidemos lo ocurrido. Una vez salgamos de aqui continuemos nuestras vidas-por un lado es precisamente lo que necesitaba oir. Asenti con la cabeza, no queria perderle como amigo, por lo que olvidar sería nuestra mejor obción-Genial-dijo al terminar de abrocharse la camisa. Se acerco timidamente a mi y volvió a abrazarme-¿Me dejarias hacer algo antes de salir de aquí?-no quise preguntar el que pero se lo permití. El me dió un tierno beso en los labios que me hizo recordar algo mas la noche anterior. No supe como tomarmelo pero lo deje pasar. Cuando termino de besarme se dirigió al coche. Yo me toque los labios, su sabor se habia quedado en ellos, pero antes de delirar me gire y yo tambien monte en el coche. Volvimos a la ciudad en silencio y el me dejo en casa.