Capítulo 7: Una boda y una noche
-Laura, estas preciosa-Jake, el hermano de Billy beso la mano de mi madre y esta le sonrió. Al lado de su hermano pequeño se veía claramente el parecido entre ellos, aunque los años hacian de Jake mucho mas formal ante Billy. Mi madre siempre pensó que era muy triste que dos hermanos vivieran solos. Cuando Billy cumplio doce años su padre les dejo solos, a el y a su hermano y no volvieron a saber nada mas de él. Jake se vio obligado a cuidar tanto de él como de su hermano y por ahora lo habia hecho bastante bien.
-Vosotros tambien chicos-dijo mi madre sonriente antes de irse.
-Pareceis pingüinos-dije yo en cuanto se marcho.
-Tu por primera vez pegas con tu nombre-me dijo Jake contraatacando. Siempre se metia con mi nombre diciendo que Barbara sonaba a tia ricachona llena de perlas-Bueno Billy, me tengo que ir ya.
-¿Porque?-le pregunte yo.
-Esta semana me marcho a Chicago, cosas del trabajo. Mi vuelo sale en una hora-miro a su hermano y tras unas esplicaciones de como llevar la casa durante la semana se despidió y se fue.
-No me habias dicho que pasarías la semana solo
-Me enteré esta mañana y supuse que estarias ocupada-me respondio Billy. Con el traje de chaque estaba increiblemente atractivo a pesar de que no era su estilo.
-Te sienta bien el traje-dije colocandole la corbata
-Tu estas preciosa-me sorprendió que dijera aquello asique le mire desde abajo, aunque gracias a los tacones la altura no era tan diferente y pude mirarle desde mas cerca, nos quedamos unos minutos en silencio sin saber que decir.
-Gracias-susurre y me aparte un poco confusa.
Mire a mi alrededor donde ya se preparaba el banquete para la cena. El sol se escondia y un monton de farolillos y velas se encendieron por los arboles dando al espacio un aspecto de bosque encantado.
La cena se sirvio en un buen ambiente a pesar de que Alex nos miraba mal, tanto a mi como a Billy, a quien mi madre habia colocado junto a nosotras en la misma mesa.
Se presento una comida esquisita que no dejo nada que desear, ademas de buenas bebidas.
Despues de la tarta de cinco pisos que habian encargado, los novios abrieron el baile y llego el horrible momento del que no quise ni pensar durante dias. Alex se acerco a mi y pidio mi mano para sacarme a la pista. El empeño de mi madre para que bailase con el fue excesivo por lo que tuve que aceptar. A regañadientes baile con el, manteniendo las distancias, aunque a pesar de todo el no parecia muy atento a mi, sino que miraba por encima de mi hombro con superioridad y me parecio ver a Billy en su punto de mira.
-Esta noche estas increible-me susurro al oido. Yo frunci el ceño, era demasiado amable para ser Alex.
-¿Te ha picado un bicho?-le pregunte yo. El se rió.
-No, solo intento ser amable contigo, dentro de unos dias viviras conmigo.
-Por desgracia-respondí.
-Para mi no es tanta desgracia-dijo el, y note el roce de sus dedos por mi espalda descubierta, recorriendome la columna-la verdad es que lo estoy deseando-siguió bajando pero justo cuando llegaba a una zona que no permitiria que tocase acabo la cancion y me deshice de él.
Mas tarde mi madre y Joe subieron a cambiarse y ya vestidos de una forma mas informal se dispusieron a marcharse a su luna de miel.
-Cuidate cariño-dijo besandome la frente-cuando vuelva ya estara todo listo en nuestra nueva casa-dijo animada y yo finji una sonrisa. Todos los invitados los despidieron mientras el coche se perdia por el camino de salida.
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En un suspíro
Roman pour Adolescents-Me lo ocultaste, no me lo dijiste y ahora ya es demasiado tarde para arreglar las cosas - ella me miraba con lágrimas en los ojos. Nunca creí verla llorar antes de todo esto. Ella era un espejo, sabía ocultar todos sus sentimientos tras las sombras...