Capítulo 4: ¿Pasado o presente?
-Para, que yo estoy bien-la mano de Billy aparto por milesima vez la bolsa de hielo que yo sujetaba sobre su ceja, la cual tenía un golpe muy feo.
Pocos se había atrevido a intentar separar de la pelea a Woody y a Billy, pero lo consiguieron al fin y pudimos volver hasta mi casa.
-De alguna forma tendremos que evitar que te salga un moraton-dije volviendo a intentarlo, pero me esquivó.
-Dejamé, yo ya estoy bien-se lebanto del taburete de la cocina y me rodeo-en cambio tu no tienes muy buen aspecto-me escocia todo. No esperaba que entre ambos cumplieramos el cupo de peleas de la noche pero asi había sido y empezaba a arrepentirme. Billy me empujo hacia el taburete e hizo que me sentara. Con delicadeza me quito los tacones y la cazadora, dejandolo sobre la encimera. Cojio un algodon con agua oxigenada y empezo a pasarlo por los arañazos de mis brazos. Un suspiro de dolor se me escapó.
-¿Donde esta la tía dura ahora?-se rió de mí. Le acompañe un poco y unos segundos despues nos quedamos en silencio. Podría haber sido incomodo si no fuese Billy el que estaba conmigo.
Despues de desinfectar mis brazos paso a la cara, por mi mejilla hasta mi labio inferior. De vez en cuando me miraba a los ojos y luego seguia pasando el algodon con delicadeza sobre mi labio.
-Pues ya esta-dijo mientras recojia el botiquin y lo guardaba. Solo quedaban diez minutos para que llegara mi madre, asique se dio prisa en cojer todas sus cosas.-Te veo en unas horas-sonrio ampliamente mientras le abria la puerta y me guiño un ojo.
-Cerraré la ventana con llave-le advertí,pero el simplemente rio.
-Buenas noches Babi-ahora tenía una sonrisa mas tierna y me dio un beso en la frente antes de dirigirse a su coche. Yo negue con la cabeza. Billy no tenía remedio.
Subí las escaleras y me dí una ducha bastante larga. Las heridas me escocian mucho.
Mi madre dió un par de golpes a la puerta del baño.
-Barbara, ya he llegado-me asomé por la mampara y en el reloj del baño marcaban las tres y cuarto de la madrugada. Decidí que ya era hora de irse a dormir.
Una vez me envolví en la toalla salí hacia la habitación de mi madre. Llamé a la puerta y pase sin esperar a su respuesta. Ella estaba tumbada tal como había llegado sobre la cama.
-¿Que tal la reunión?-me sente en una de las esquinas de la cama.
-De lo mas aburrida, pero almenos ya nos han revelado las tendencias para la proxima primavera-mi madre trabajaba en el marketin de una empresa de alta costura y la hacian ir a largas cenas solo para hablar de negocios.
-Me alegro, pero me voy a dormir ya, mañana me sigues contando-la dí un beso en la mejilla.
-De acuerdo hija-me levante y fui hacia el pasillo-Oye Barbara-me pare en seco antes de salir por la puerta-tienes arañazos por los brazos-esto si que no estaba previsto. Tenía que inventarme una escusa en menos de diez seguntos.
-Billy y yo fuimos al parque a ver una de las peliculas al aire libre y me arañe con unos arbustos-lo dije lo mas rapido que pude. Su cara no era del todo convencional pero la parecio suficiente. Ella simplemente asintio y cerro los ojos. Continué mi camino aliviada hasta la habitación. Cerre la puerta y me quite la toalla que ya había acabado con toda la humedad de la ducha. Cojí un conjunto de ropa interior y una camiseta enorme que posiblemente fuera de Billy cuando vino a ayudarnos a pintar.
Las sabanas estaban fresquitas y disfrute al maximo hasta cojer la postura mas comoda y quedarme completamente dormida.
Me parecia un sueño, pero sentí a alguien cerca, respirando sobre mi cabeza y su brazo sobre mi estomago, notando toda mi espalda cubierta por otro cuerpo mucho mas musculoso. Me sentí estraña, una situación rara, por lo que me parecio producto de mi imaginación.
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En un suspíro
Novela Juvenil-Me lo ocultaste, no me lo dijiste y ahora ya es demasiado tarde para arreglar las cosas - ella me miraba con lágrimas en los ojos. Nunca creí verla llorar antes de todo esto. Ella era un espejo, sabía ocultar todos sus sentimientos tras las sombras...