Capítulo 14: Caroline
Pov Laura
No dejaba de pensar en lo extraños que estaban tanto mi hija como Alex, aunque a Joe no pareció importarle. La verdad es que habiamos pasado una luna de miel maravillosa, no me apetecía preocuparme de la rutina tan rápido. Puede que no hubiesen sido los mejores días para Barbara pero no parecía estar tan mal. La verdad es que le agradecía mucho todo lo que estaba haciendo por mi.
Por la tarde del día siguiente llego la esperada visita de la sobrina de Joe, Carol.
Una pequeña chica entro por la puerta con una maleta más grande que ella.
-Tío Joe - sonrió emocionada, dándole un enorme abrazo a su tío.
Ambos entablaban conversación mientras nos dirigíamos al salón. Yo observe a la joven. Era muy bajita, aproximadamente un metro cincuenta, algo regordeta de caderas y morena, con una media melena y un flequillo recto. Vestía tan elegante como era de esperar en su familia, y no pude evitar pensar que aquella chica encajaba mil veces mejor que mi hija en la casa.
-Hola Laura, un gusto conocerte al fin - dijo dándome un enorme abrazo.
-Lo mismo digo Carol - la conteste agradada por sus modales, no tan refinados como pensaba.
-Llevas un vestido precioso - dijo mirándome de arriba abajo- es de la última colección de Rita Milano, ¿me equivoco? -me miró esperando una respuesta y yo me sonrojé, la verdad es que toda la ropa que tenía ahora venia por cortesía de Joe y con alguna que otra elección de mi madre.
-Así es-contesto Joe-verás- continuo al ver mi cara de sorpresa- mi hermana estudió diseño, y como puedes observar es algo que ha heredado su hija - dijo refiriéndose a Carol. Recordé a su madre en la boda, era una mujer deslumbrante, tanto que destacaba con su estilo, no sólo a la hora de vestir, sino también con su forma de moverse, era en todos los sentidos perfecta, "exquisita".
Pov Alex
Oí ruidos abajo, por lo que supuse que Carol ya habría llegado. Baje corriendo y di un enorme abrazo a mi prima, levantandola por los aires.
-Te he echado de menos - dije dejándola de nuevo en el suelo. Ella me sonrió. De pequeños eramos como los dos diablillos de la casa. Íbamos de un lado a otro del barrio haciendo niñerías y molestando a los vecinos.
En ese momento vi como los ojos azules de Carol se dirigían a las escaleras.
La mire, y por mil veces que lo hiciese cada día notaba más como el corazón se sobresaltaba cuando se cruzaban nuestras miradas. Babi estaba bajando las escaleras, aparentemente en pijama.
-Tu debes de ser Babi-dijo mi prima, como siempre alegre mientras se dirigía hacia ella. La abrazo mientras Babi se quedaba estática en el sitio por la sorpresa.-Yo soy Carol, tenía muchísimas ganas de conocerte - dijo alejandola de si para mirarla. Vi como una pequeña sonrisa asomaba en las mejillas de mi hermanastra. Era difícil que Carol no te callese bien, incluso para alguien como ella.
Pov Babi
No me podía creer la cantidad de cosas en común que podía tener con Caroline. Era tan sumamente increíble que decidí dejarme llevar. La verdad es que era una chica encantadora, cosa que hizo que accediera a la idea de dormir juntas en la misma habitación.
Ella era una chica de mundo. Gracias al trabajo de su madre había viajado a muchísimos lugares increíbles, lo que amplío sus horizontes ante su pasión por la fotografía.
-Me gustaría hacerte un reportaje Babi-dijo mientras charlábamos y la ayudaba a colocar sus cosas.
-¿A mi?-dije riendo.
-Claro, eres preciosa - dijo sonriente, como siempre.
Seguimos hablando el resto de la tarde hasta que se hizo de noche.
No se si fué la acumulación de acontecimientos de los últimos días o el cansancio, pero de verdad que esa chica era lo que buscaba para una amiga. Parecía imposible que una persona tan similar a las "barbies" de mi instituto se estuviese convirtiendo en una gran amiga para mí, pero así fué.
Pov Jake
Por fin estaba de vuelta en casa después de pasar una larga semana de negocios en Chicago. El taxi me dejo en la entrada y yo solo rece por que mi hermano no hubiese dejado la casa hecha un desastre.
La verdad es que Billy solía ser ordenado desde que el y Babi dejaron de salir con la gentuza de antes, además de que apenas pasaba por casa, pero esta vez había sido diferente.
En cuanto entre me encontré un montón de trozos de cerámica y cristal por el suelo. Las esculturas y adornos de la casa estaban desaparecidos, había montones de polvo por todos lados y apenas se podía pasar por las habitaciones debido a los muebles tirados. Asustado, recorrí toda la casa para comprobar si habían robado, y al ver que no faltaba nada me tranquilice un poco.
-Billy-llame a mi hermano, pero no obtuve respuesta. Me dirigí a su cuarto sin saber que esperarme. La verdad es que pensé que estaría con alguna tía o que habría montado una fiesta en mi ausencia, pero lo que encontré fué mucho peor.
Al entrar, la habitación estaba en penumbra, con ropa tirada por todos lados y paquetes de cigarrillos por el suelo. Vi a mi hermano tumbado en la cama como un desecho humano. Le chille todo tipo de barbaridades miétras el se giraba ignorandome.
-¿Quien coño te has creído que eres?-le empuje de la cama para que se levantará y él, más cabreado que nunca, me agarro de las solapas del traje. Su expresión, al verme a mi asustado, se fué calmando y dejo de sujetarme.
-Lo siento-dijo mirando al suelo. Yo no entendía nada, no sabia a que venía ese comportamiento en el que consideraba no sólo mi hermano, sino también mi mejor amigo.
Se dió la vuelta y se tapó la cara, escondiendo también así un grito.
-Billy, ¿que es lo que ha pasado?-me senté junto a él en la cama. Parecía perdido. La persona más segura y confiada que conocía ahora estaba perdida.
-La he jodido con Babi-y mientras escuchaba la historia que en el fondo siempre supe que ocurriría, apoyé a mi hermano hasta el final.
-Tienes que decirle lo que sientes de verdad, si no ¿como esperas vivir tranquilo Billy?, de verdad que a pesar de que seas mi hermano a veces pareces idiota- y si, así nos apoyabamos nosotros.
-Ya es tarde - dijo inerte, sin siquiera pestañear. Estaba destrozado.
-Nunca es tarde Billy, Never too late, tu mismo compusiste esa canción - dije intentando mostrar que él mismo sabia la respuesta.
-Al menos necesitamos un tiempo, aunque le dijese la verdad ella me seguiría odiando - contesto.
-No creo que te odie, simplemente esta confusa.
-Aún así quiero dejar que pase un tiempo - esas fueron sus últimas palabras sobre el tema. Al parecer no conseguiría que cambiase de opinión.
No podía dejar las cosas así. Verle sufrir de esa forma me recordaba a cuando éramos niños y veiamos a mi padre marcharse por la puerta para no volver jamás. Era la misma mirada de pérdida, de saber que nada volvera a ser igual, que esa persona se marcha de tu vida destruyendote poco a poco con cada paso que da. No iba a permitir que volviese a pasar por eso.
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En un suspíro
Novela Juvenil-Me lo ocultaste, no me lo dijiste y ahora ya es demasiado tarde para arreglar las cosas - ella me miraba con lágrimas en los ojos. Nunca creí verla llorar antes de todo esto. Ella era un espejo, sabía ocultar todos sus sentimientos tras las sombras...