Capitulo 1: Una más, una menos
El sol se encontraba bastante alto. Eran las 12:30 de la mañana y día tras día, quedaba menos para el esperado Verano.
Miré mi agenda con una sonrrisa. Estabamos a diez de junio y a pesar de mis horribles alergías de esta época, estaba inusualmente feliz.
El calor se notaba mas y mas cada día que pasaba y yo estaba eufórica por poder salir al fin del instituto y disfrutar del verano.
Guarde la agenda de nuevo en la mochila y saque el libro de Ciencias. La profesora entraba por la puerta justo en ese momento, haciendo que todos los alumnos ocuparan sus asientos.
-Babi-oí mi nombre, pero a pesar de ello lo ignoré. Estaba muy relajada sumida en mis pensamientos-Babi-repitió la voz, y esta vez noté un pellizco en la pierna.
-¿Que haces?-pregunté acusadora notando el dolor en la zona.
-Lo siento, es que no me hacías caso- Elena se encogió de hombros y me miro con sus bonitos ojos azules pidiendome disculpas.
Hacia ya tres años que conocia a Elena. Era una chica timida que necesitaba alguien con suficiente caracter y personalidad para ocultar su falta de autoestíma hacia sí misma, y me encontró a mi. Tampoco me importo mucho que se uniera a mi aburrida vida, por esa misma razon. Nunca he sido sociable ni abierta a la gente, siempre me ha gustado ser un aparte de la sociedad, ser diferente a todos aquellos que imitaban para no ser rechazados por el conjunto de monos de feria que se denotaba en el instituto. Por la mayoría en general.
Muchos aseguraban tenerme miedo, otros simplemente me tomaban como a un bicho raro, los chicos que me conocían no se acercaban y las chicas solo me usaban para hablar y criticar intentando hacer sus vidas mas interesantes.
-A ver, ¿que querías?-me giré sobre el asiento en la dirección de Elena mientras inevitablemente soltaba un suspiro de aburrimiento.
-Dejame tus apuntes que el otro día no me dió tiempo a copiarlos-yo suspiré perezosa y me agache para sacarlos de la mochila.
-Ten-se los tendí de mala gana, estaba muy tranquila pensando en mis cosas.
-Barbara-la profesora me llamo en ese mismo instante. Me hizo un gesto para que atendiera y yo me coloque bien en mi asiento como buena alumna que era.
-Ya tengo corregidos todos los examenes-comenzó la profesora. Llevaba un vestido verde espantoso y acompañado de sus gafas de culo de vaso y su moño hacia un conjunto horrible. Nadie en toda la clase se centro en lo que decia en vez de en su vestuario hasta que pronunció la palabra "examen".-Sinceramente estoy decepcionada con los resultados, la nota mas alta es un siete.-eso me asusto, pues esa misma nota era mi media y si la bajaba peligraba mi entrada a la universidad que quería. A mi lado, Elena se encogió asustada, aunque ya dijo nada mas terminar el examen la semana pasada que le había salido muy mal.
La profesora se acerco hacia su enorme maletin morado (para mas inri) y saco un portafolios lleno de papeles.
Uno por uno nos fuímos levantando para recoger nuestro examen. La mayoría lloraba sorprendido por su nota baja. Yo mientras tanto me impacientaba sobre la silla.
-Barbara-me miro por encima de sus gafas desaprobadora y yo me levante temblando. Tarde mas de lo normal en ir hacia ella.
Conte marcha atras para mirar la nota. Tres, dos, uno...un seis y medio. No estaba tan mal, pero tampoco era para tirar cohetes.
La profesora siguio diciendo nombres y yo me dirigía tranquilamente a mi sitio revisando todo el examen por el camino.
Alguien me golpeó y se puso en mi camino. Mi frente chocó contra un pecho musculoso y que olia demasiado a colonia masculina.
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En un suspíro
Teen Fiction-Me lo ocultaste, no me lo dijiste y ahora ya es demasiado tarde para arreglar las cosas - ella me miraba con lágrimas en los ojos. Nunca creí verla llorar antes de todo esto. Ella era un espejo, sabía ocultar todos sus sentimientos tras las sombras...