Filofobia #1 |+18|

Me considero la villana.

Capítulo 8:

(Maratón 5)

Jazmín.

Cuando llegamos a donde estaba la fiesta, vi a coches agrupados con sus conductores fardando de ellos.

La musica estaba excesivamente alta y había muchísima gente.

Marco aparcó cerca del mogollón de gente y bajamos del coche seguidos de Giovanni desde el suyo.

Cuando nos fuimos adentrando, me di cuenta de que todo el mundo nos hacía un pequeño pasillo para pasar mientras todos saludaban a los hermanos D'Angelo.

Marco se quitó la camiseta mientras llegábamos a círculo que la gente rodeaba. Allí había otro tipo esperándolo sin camiseta.

Espera ¿Van a pelear?

Marco se giró y me dio su camiseta mirando a Giovanni.

-No la pierdas de vista- le dijo serio.

-No lo haré- afirmó.

-¿Vas a pelear?- pregunté intentando ganarme su atención.

-Si.

-Pero ese tío es más alto que tú y tiene cara de loco.

-Y yo tengo más mala hostia que el.

Eso fue lo último que me dijo antes de ponerse en el centro del círculo donde el otro ya le estaba esperando.

-Giovanni... ¿Esto es seguro?

-Siempre gana.

Gianna y los chicos que conocí el otro día se acercaron a donde estábamos nosotros.

-Hola- nos saludó Gianna.

-Hola.

En realidad solo recordaba al tal Camillo por que fue el que comentó algo sobre mis pantalones y Marco lo calló.

-Jaz, ellos son Alessio, Fabbio y Camillo- nos presentó Giovanni.

-Los conoci el día de la fiesta, pero no nos presentaron.

-La pelea va a empezar- avisó Gianna.

Alguien hizo sonar una campana y el primero en atacar fue el tipo grande, que falló.

Marco se movía de un lado a otro, esquivando golpes y buscando el momento perfecto para atacar y no fallar.

El grandullón empezó a sudar y se limpió la frente, ese fue su primer fallo. Marco aprovecho ese despiste para impactar su puño en su costado derecho. El otro se tambaleó y Marco volvió a atacar dándole esta vez en la cara.

Calló de culo al suelo por la fuerza del puñetazo de Marco y ahí fue cuando Marco se subió encima de él y empezó a darle una y otra vez hasta que la campana volvió a sonar indicando el final de la pelea.

Marco se levantó y recibió un fajo de billetes que se guardó en el bolsillo trasero. Se acercó a nosotros y me pidió la camiseta.

-¿Aún tú preocupa su altura?- preguntó mirándome.

No pude decir nada, su abdomen lleno de sudor me impedía apartar los ojos de él.

-Vamos a tomar algo- propuso Gianna.

Marco me empujó hacia delante para que me espabilara y seguí a los demás. Fuimos hasta el grupo donde estaban todos los coches y allí estaban todas las bebidas en una gran mesa con todo.

-Una gran fiesta- le dijo Fabbio a Gianna.

-Como siempre- sonrió orgullosa.

Cogimos un vaso cada uno y Gianna me cogio del brazo para bailar juntas.