En la misma mierda.

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Capítulo 12:

Jazmín.

Recibí los labios de Giovanni con gusto. No iba a apartarme. Y no besaba nada mal, pero no pude evitar compararlo con los besos de Marco. No tenían nada que ver. Marco me besaba con deseo, con brutalidad, con sabor a sexo. En cambio, Giovanni me besaba con deseo, pero otro tipo de deseo.

Escuché como la tercera puerta del pasillo se abría mientras mis labios seguían el ritmo de los de Giovanni.

Antes de que pudiera reaccionar, Giovanni ya estaba a más de tres metros de mi. Miré detrás de mi y me encontré a un Marco echando humo. Literalmente.

-¿¡Que coño haces!?- le gritó Giovanni.

Marco no dijo nada. Me miró encendido, volvió a mirar a su hermano y pegó un puñetazo a la pared. Hizo una brecha en la pared y cayeron al suelo pequeños trozos de hormigón.

-Da gracias de que eres mi hermano- le dijo Marco encarándolo- por que no ser así. Ya estarías con un balazo en la puta cabeza.

-¿Se puede saber que coño te pasa?- volvió a preguntar Giovanni.

Marco lo ignoró y se volvió hacia mi. Me miró con su mirada fría y vacía. Creo que fue la primera vez que las piernas me temblaban por miedo.

Dio un paso hacia mi y yo retrocedí. Cada paso que el daba, yo lo retrocedía. Hasta que choque con la pared y me sentí pequeña frente a él.

-Te dije lo que pasaría si me enteraba de algo- me recordó.

En ese momento no se si era mejor contestarle o quedarme callada y sumisa. Pero yo no era así, yo no me achantaba ante nadie.

-¿Tengo que tenerte miedo?

-¿Tienes?- preguntó sonriendo. Una sonrisa llena de maldad -tienes no. Deberías- corrigió -No sabes de lo que soy capaz, bimba. Así que más te vale no ponerme a prueba. Por que el que me busca, me encuentra.

Esta vez me quedé callada. Pero esto no iba a quedar así. Marco no iba a ganar siempre y yo no iba a obedecer sus malditas órdenes.

-Y tu- se volvió de nuevo hacia Giovanni -ya hablaremos los dos.

Ignoré a Marco cuando se volvió a acercar a mi y me metí en mi cuarto cabreada.

No era justo que el decidiera con quien podía liarme o con quien no. No era de su propiedad y se lo iba a hacer saber. Como ya dije antes; esto no va a quedar así.

Lógicamente no iba a ponerme a discutir con el delante de Giovanni. No me convenía. Y tampoco era justo para Giovanni.

Me puse el pijama, me metí en la cama y llame a Carla para contarle todo lo que había pasado.

-¿En serio ha hecho eso? Dios como me pone.

-¡Carla!- la regañé -joder, que ha roto la pared de un puñetazo.

-¿Y que ha hecho Giovanni?

-Pues nada, quedarse callado. Marco le ha dicho que ya hablarían. A solas.

-A mi me daría miedo- rió -pero lo que más me extraña es que te hayas callado tú. La Jazmín que yo conozco no haría eso.

Tenía razón. Ni yo misma se por que me callé. ¿Por miedo? No. Claro que no. Pero creo que era mejor callarse y hablar a solas y no delante de Giovanni.

Filofobia #1 |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora