Capítulo 35:
Giovanni.
No se como definiría mi relación con Jazmín en estos momentos pero... tampoco entendía la suya con Marco.
Eran tóxicos, mucho. Se pasaban el día peleando o en la cama. No culpo a mi hermano, Jazmín sabe moverse en la cama, pero creo que el no se la merece.
Y para ser honestos, yo tampoco.
Últimamente había pasado más tiempo con Carla. Habíamos compartido más mañanas juntos y eso me gustaba. Ella me contaba su vida por España y a mi me encantaba escucharla.
Más de una vez me había dicho que le encantaría vivir aquí con su mejor amiga, Jazmín. Carla estaba preocupada por ella, la notaba diferente. Vacía, fue la palabra que utilizó.
Por lo que yo conocía a Jazmín también había notado que no era la misma de cuando llegó a esta casa. Había cambiado. Tal vez para bien o tal vez para mal, pero lo había hecho.
Me había planteado la idea de invitar a Carla salir a cenar o a dar una vuelta, pero la idea de que me rechazara no me gustaba. A parte con todo lo que teníamos encima ahora... no se si sería la mejor opción.
Mi hermano me había puesto al día de todo lo que Alejandro había dicho de nuestro padre. Me extrañaba. Creo que Alejandro mentía. Nuestro padre no habría sido capaz de matar a nuestra madre y mucho menos a Olivia.
Veía a Marco estresado, y cada día más. El ya vivía amargado, pero cuando llegó Jazmín el cambió y ahora a vuelto a ser el que era. Supongo que el rechazo de Jazmín no se lo había tomado nada bien.
Miré a la rubia que tenía a mi lado y la pillé mirándome. Sonreí ante el gesto que ella hizo al girar la cabeza rápido para disimular.
-Disimulas de pena.
-¿Quien ha dicho que quiera disimular?
-¿Y entonces para que giras la cabeza cuando te he pillado mirándome?
Carla se sonrojó y se puso un mechón de pelo tras la oreja.
-Bueno, si. Te estaba mirando. ¿Y que?- se cruzó de brazos.
-Nada... pero estás muy mona cuando te molestas.
-Eres un imbécil- sonrió.
Estábamos observando como algunos de nuestros hombres practicaban el tiro. Disparaban una y otra vez a lo lejos para darle a la diana que tenía cada uno de ellos.
Carla los observaba con entusiasmo y se me vino una idea a la cabeza.
-¿Quieres intentarlo?- pregunté levantándome del banco de madera en el que nos habíamos sentado.
Ella me miró sorprendida. -¿El que? ¿Disparar? Nunca he cogido una pistola, creo que es mejor que no.
-Venga, yo te enseñaré- tiré de su mano.
Se dejó llevar hasta una de las dianas que estaban desocupadas y la coloqué a unos cincuenta metros más o menos de distancia.
Le expliqué cuál era la mejor forma de disparar y como tenía que apuntar. Estaba nerviosa y tensa.
-Toma- me saqué mi beretta de la espalda y se la tendí.
-¿Siempre la llevas?- asentí -joder... no... no lo había notado.
-De eso se trata, de que no se note- le sonreí -Venga, va. Colócate.
Cogió la pistola y se colocó tal y como le había explicado. Luego apuntó y empezó a temblar. Sonreí al darme cuenta que ni siquiera la había cargado y me acerqué a ella por detrás.

ESTÁS LEYENDO
Filofobia #1 |+18|
Ficção AdolescenteJazmín Expósito es una adolescente de 17 años que estará obligada a abandonar su vida en España, para empezar una nueva en Italia. ¿Cómo podría Jazmín imaginarse que un día su madre se volvería a casar? No podía. Toda su vida quedó en España. Su ins...