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Obscuridad

El agradable sabor azucarado de la tarta de calabaza que degustaban Jungwon y Sunoo era delicioso. Ambas personas se encontraban en la casa de Yang después de su jornada escolar. Normalmente, Jungwon era el que iba a recoger a Sunoo a la escuela del norte y después irían a la casa de uno de los dos.

Sunoo había sido transferido a los inicios de octavo grado, justamente cuando Sunghoon se había marchado a otra escuela. Fue la falta de compañía lo que hizo que Jungwon le dirigiera la palabra al más joven, quien se vio encantado por mantener una amistad con el de sonrisa bonita. 

—Sunoo, ¿podríamos hablar de otra cosa que no sea como se mueve el cabello de Sunghoon cuando hay viento?

Si Yang pudiera retractarse de algo en su vida, sería del momento en el que decidió contarle de Sunghoon a su amigo. En aquel entonces le gustaba mucho hablar de la relación amistosa que mantenía con Park pues no era muy normal que un chico de su grado tuviera un lazo con alguien mayor. Por ese mismo motivo le contó a Sunoo, mostrándole las mejores fotos que tenían de ellos dos juntos, sin embargo, el rubio se concentró de más en la apariencia surreal del mayor que en la historia de su amistad.

Kim tuvo un flechazo instantáneo.

Ulteriormente, para noveno grado Sunoo fue a la escuela norte, encontrando a Sunghoon ahí, pero aún cuando estaban en el mismo instituto nunca se digno a hablarle. Lo veía como alguien inalcanzable desde que supo que su ex-novio era el mismísimo Jake Shim.

—¡Vamos!— exclamó el menor, cortando un pequeño trozo del postre. —Tu bien sabes lo atractivo que es Sunghoon, debiste caer por el al menos una vez.

Después de pensar unos segundos negó.

—N-no, no lo hice. En cambio no estaría diciendo que dejes de hablar de él.

—Lo dudaste— señaló con diversión —. De todos modos, es difícil dejar de hablar de él.— se alzó de hombros, volviendo toda su atención a la tarta.

—Si consigo que al menos te salude por los pasillos ¿dejarás el asunto en paz? — Jungwon sabía que no sería así, sino todo lo contrario. Si Sunoo conocía al mayor lo más cercano a la realidad es que el menor esté aún más ruidoso de lo que ya era, pero aún así, si prometía quedarse callado por algunos días lo haría, y eso era más que suficiente para él.

—Solamente si lo haces voy a dejar de hablar de él por una semana ¿trato?

—Trato.— Jungwon sólo rodó los ojos, sería la tarde de un viernes más larga de su vida —Creo que el plan más viable es que me encuentre contigo en tu escuela y después "casualmente"— con sus dedos realizó el ademán de comillas —, nos encontramos con él.

—Ayer me mencionaste que tenías un proyecto la siguiente semana ¿será la siguiente?

—Claro, aunque veré si puedo ir antes ya que realmente necesito esa semana de descanso.— tan pronto como terminó de enunciar, una mano ya se había estampado con su frente, estallando en un sonido seco.

—¡Ni si quiera hablo tanto de él!

—¡Claro que sí! Y te pido que por favor— apretó sus ojos, sintiendo sus palabras —, por lo que más quieras... no le digas que lo quieres besar apenas lo veas

Yang se ganó un segundo golpe después de su petición.

—¿En serio aún no has buscado a alguien en vez de quejarte sobre mí y Sunghoon?

Y por más que a Sunoo le gustara hablar de su atracción por el pelinegro, a veces solía cansarse de él mismo. Necesitaba que Jungwon también comenzara a entenderse con él y platicar sobre chicos, aunque fuera la más mínima palabrería.