Heeseung se aproximó al cuerpo de Sunghoon, sujetándolo por uno de sus brazos mientras susurraba en su oído. No podía arriesgarse a que Jake los escuchara desde ahí. —Escóndete bajo la cama.
Sunghoon, quien había mantenido sus ojos fuera de la superficie baja de la habitación, negó. Por su mente corrió la idea de que el mayor probablemente estuviera pensando que era un cobarde o que dramatizaba lo que le había ocurrido, aunque la realidad no fuera esa. Tal vez que el castaño lo tocara no era gran cosa, pero el simple hecho de estar en su casa le aceleraba el corazón y le provocaba náuseas, no quería imaginarse cómo se sentiría si su cuerpo tocaba el piso.
Lee no volvió a insistir, en cambio, soltó su agarre y sostuvo el palo de golf que el pelinegro había usado la noche anterior. Luego llevó ambos cuerpos detrás de la puerta, exactamente en la parte, donde si Jake la abría, no podría verlos al primer instante.
—Si entra, quiero que salgas por la ventana y te lleves esto...— Sunghoon tenía su espalda contra la pared, con Heeseung mirándolo de frente. La voz del mayor era un susurro, pero creía que era incluso más baja que este. Su mano le extendió el conjunto de llaves, apretándolo lo más fuerte posible para que no sonaran entre sí, y el reciente objeto recuperado. —Conoces el camino a la cabaña... No quiero que me esperes.
Su diálogo terminó en el momento en que escucharon los pasos del dueño de la propiedad. Heeseung tomó una postura defensiva, apretando con veracidad el metal y dándole la espalda al menor, listo para atacar. El sonido de la mano de Jake empuñando el picaporte sólo alentó a que Sunghoon sintiera más palpitaciones en su pecho.
—¡Jake, no estamos bromeando! ¡Vámonos! — Jake soltó el un sólo movimiento el pomo, sus fuertes pisadas se alejaron en un trote por el lado contrario del pasillo.
—¡Ya voy! — ninguno de los se movió hasta que volvió a escuchar el sonido de la puerta principal cerrarse y el del auto arrancar. Las rodillas del menor colapsaron después de aguantar por demasiado tiempo la presión. Sabía que todo estaba oscuro en el lugar y que había poca luz que traspasaba las ventanas, pero sus ojos ya ni siquiera lograron captar algo cuando se sellaron y su consciencia se marchó antes de que su torso golpeara el suelo.
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—Me diste un gran susto cuando te desmayaste— Sunghoon arrugó su nariz ante el fuerte olor a alcohol, las hebras del algodón cosquillearon la punta. Sus ojos se abrieron con lentitud, parpadeando numerosas veces para acostumbrarse a la luz blanca de la lámpara, la pantalla de esta disminuyendo considerablemente su intensidad. Una figura estaba al costado de la cama, sentado en una silla que estaba colocada de una manera en la que la persona podía verlo casi frontalmente.
Su vista tardó un par de segundos en enfocarse totalmente, y cuando lo hizo, su cuerpo se incorporó con rapidez, pegando su espalda a la cabecera. Había tenido una gran presión en su cuerpo que le hizo olvidar momentáneamente lo que había sucedido hace un par de minutos. Fue a tal grado que volvió a sorprenderse por el rostro de Heeseung absuelto de algo que lo cubriera.
—¿Dónde estamos? — todavía un poco de desconcierto, analizó lentamente la habitación. No había visitado alguna de las habitaciones de Jake en demasiado tiempo, así que no sabía a ciencia cierta si seguían dentro de la casa de su antigua pareja o si estaban en la casa de Heeseung.
—Es mi habitación— Lee colocó las manos en sus hombros y le obligó a volver a acostarse sobre el suave colchón. Además, subió sus pies sobre una pila de almohadas —Pensé que ibas a reaccionar rápido, pero te desvaneciste por casi cinco minutos.
Le hubiera gustado preguntar cómo es que habían llegado tan pronto a su habitación; fue una idea inútil ahora que la imagen de las puertas conectadas llegaron a su cabeza. Sunghoon recuerda esa puerta de cuando solía visitar a Jake, pero su madre siempre les decía que debía estar bajo llave porque guardaban pertenencias de su abuelo fallecido. Se tragaron la historia porque nunca les causó curiosidad después y sobretodo porque eran niños. Estaba dudoso de si Shim sabía sobre esa puerta conectora.
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𖥔 ִ ۫ ˑ halloween ! heehoon ִˑ
Novela Juvenilh̶e̶e̶h̶o̶o̶n̶ | La problemática de Sunghoon va más allá de los límites que pueda imaginar. No entiende en qué momento su vida cambio de ser tan simple a tener que correr a los brazos de un completo extraño (no tan extraño) cuando trata de huir de...