4. Fiesta de Bienvenida

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Pov Calle

— ¿Y los británicos vienen? — me preguntó Mariana moviendo las cejas.

— No — dije riendo levemente — Esta vez están ocupados, y no van a venir desde Londres solo para una fiesta.

— Es que es tú fiesta. Son únicas, especiales y asombrosas. Yo si fuera ellos, vendría porque son de las últimas que harás — dijo metiendo un libro en su casillero.

— Tal vez vengan a la última. Yo los invito para que te des un antojo — dije y rio.

— Si no es que ya tengo a alguien para ese entonces.

— Sí, claro. Porque a ti te gustan los cuentos de más de un mes — dije y se carcajeó.

Me reí un poco con ella y apoyé mi espalda en el casillero de al lado al estar con mis brazos cruzados. Mariana mandaba un mensaje de texto cuando giré mi rostro a la derecha y ahí la vi. María José se reía con Sebastián Villalobos a su lado. Noté que saludó a unos cuantos chicos en el pasillo, y pasó al frente mío ignorando por completo mi presencia cuando sacó su teléfono.

— ¿Qué pasó? — me preguntó Mariana.

— ¿De qué hablas?

— Tienes el ceño fruncido — dijo con una sonrisa divertida y cerró el casillero — ¿Acaso viste a Iván?

— No me hables de ese imbécil. Al rato lo mando a la mierda. Me tiene harta — dije al rodar mis ojos.

— Relájate, tal vez este año no actúa tan a lo tonto. Emilio y sus amiguitos nos han jodido demasiado como para que se dé el gusto de ser igual que él — lo defendió Mariana.

— No me hables de ninguno de ellos ¿Sí? Ya va a empezar el momento del año en el que deciden jodernos y ahora solo quiero pensar en la fiesta — dije y suspiré — ¿Conseguiste tu brillo?

— Lo vas a amar — me dijo emocionada.

Nos fuimos a los salones de clases en los que apenas me pude concentrar al pensar en cada detalle de la fiesta.

Había llegado la hora, mi fiesta de bienvenida estaba a punto de empezar, solo faltan unas cuantas horas para que empiece todo y el colegio entero estaba emocionado por ello.

Las clases terminaron al mediodía, así que después de almorzar con mis amigos, me fui a la casa de mis papás para revisar que todo estuviera en orden, y la noche fuera un éxito, como siempre.

— Dwayne, asegúrate que el personal de seguridad esté presente en la fiesta — le mencioné con seriedad a mi guardia personal mientras bajábamos las escaleras de la sala — Necesito que sean discretos.

— Los mandaré con ropa casual entre los invitados — me dijo y asentí — ¿Algo en específico a prestar atención?

— Quiero la fiesta libre de drogas, peleas, y sexo en lugares públicos — dije con un poco de asco eso último al recordar un incidente en la piscina el año pasado — Restringe estrictamente cada área privada de la casa, especialmente las habitaciones, y las oficinas de mis padres.

— Perfecto, Dani — Dwayne anotó mis instrucciones en su iPad mientras me seguía por la casa.

Llegamos al área del bar, y aunque todo estaba muy bien, me parecía que había muy poco alcohol en las barras.

— Dime que hay reservas de alcohol.

— A tu derecha — me contestó, y dirigí mi mirada a la entrada de la piscina.

Un grupo de chicos llevaban cajas de alcohol a la barra. Que buen timing. Sonreí un poco al saber que mis peticiones habían sido cumplidas. Ya había recorrido toda la casa, revisado cada detalle, y estaba satisfecha con lo que vi.

Sin Querer - Fanfic CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora