Sin Querer - Fanfic Caché

124. ¿Sabes Qué Prefiero?

Pov Poché

Luego de una semana en la que nos la pasamos llorando cada vez menos y riendo más, tonteando o animando a mi bebé, el fin de semana había aparecido. Mis amigos pensaban que estaba en San Diego con mi papá, pero él y Vale sabían la verdad que estaba en la playa privada San Gregorio con la familia de mi novia. Lo que no sabían era lo que estábamos haciendo lo cual no era tan usual.

— ¿Estás bien? — me preguntó Alex al llegar a mi lado. Me sonrió un poco y le devolví el gesto.

— Sí... ¿Tú qué tal?

— Mejor que hace una semana — me dijo y suspiró.

Asentí al entender ese sentimiento y regresé mi vista al frente al cruzar mis brazos para seguir viendo a mi castaña caminando hacia el mar de nuevo.

— Oye, sé que he insistido mucho con el tema de cómo estás, pero es que de verdad me preocupo por ti — me dijo y volteé a verlo — Si quieres empezar terapia, hablar alguna cosa, tienes alguna duda o lo que sea, me puedes decir.

— Gracias, Alex. Eres muy lindo.

Se encogió de hombros y ambos volteamos a ver de nuevo a Dani quién ahora les pegaban un poco a las olas en su cuerpo y se introducía unos metros más en el mar.

— Lleva haciendo eso más de una hora. No la entiendo — llegó diciendo Juliana a mi otro lado — ¿Por qué camina contra las olas en vez de dejarse llevar por ellas o simplemente nadar?

— Porque de alguna forma cree necesitar algún tipo de castigo y tiene que ser la misma naturaleza la que se lo dé — dije después de estar pensando tanto tiempo en ello — Creo que los golpes que le dan las olas, es ese castigo que quiere, todo por tratar de atentar contra su propia naturaleza de vivir... De cierta forma es muy dramático, pero también metafórico. Ella quiere ir a un rumbo, el mar no la deja y pues quiere que siga repitiendo los golpes hasta que logre entender que pertenece aquí. En la vida real, ella... Quería irse de este mundo, no la dejé y ahora nos toca repetirle que se merece vivir hasta que lo entienda.

— Eso... Sí, es muy dramático — dijo Juliana un poco desconcertada — Muy, muy, muy dramático ¿De dónde sacaste esa conclusión?

— Me hizo una lista de canciones. Lo deduje a partir de eso — dije al ver a Dani resistir no caer ante las olas.

— Para mí tiene sentido. Uno único, pero lo tiene — dijo Alex y suspiró — Cuando sentimos dolor, todo tipo de sustancias químicas que nos hacen sentir bien se bombean a nuestro sistema como una forma de sobrellevarlo. El oleaje no está tan calmado y ella lo sabe, así que está aprovechando ese tipo de dolor.

La última ola que golpeó a mi castaña la regresó arrastrada casi por completo a la orilla. Tapé mi boca, pero empecé a reír sin poder evitarlo al verla derrotada contra la arena. Alex y Juliana se unieron a mí luego de unos segundos, y eso llamó la atención de Dani. Se levantó y rio en forma de burla antes de sacarnos el dedo medio en su camino de vuelta al mar.

— ¿De verdad no hay peligro en dejarla entrar tanto al mar? — le preguntó Juli a Alex.

— Hay un poco de riesgo, pero esta es nuestra forma de mostrarle que confiamos en ella, y de ella que confía en nosotros — contestó y ajustó su gorra — Es muy importante para su progreso. Esta semana ha trabajo duro en entenderse y, aunque no ha sido fácil, noto un cambio muy diferente esta vez en ella.

— ¿Cambio bueno bueno? — le pregunté y asintió.

— Siempre ha sido difícil tratar con Dani. A veces me toca descifrar lo que en realidad pasa por su mente y eso hace el proceso más largo y complicado, pero espero que este tratamiento sea finalmente el que la ayude a ser ella misma — nos dijo Alex.