Sin Querer - Fanfic Caché

41. Parque Privado

Pov Poché

Estaba sentada al lado de mi novia con uno de sus jeans, y una sudadera. Le repartía besos por todo el rostro mientras ella tenía sus ojitos cerrados, y disfrutaba de mis caricias.

— Este por ser tan linda conmigo — le besé la frente — Este por las rosas de ayer —besé su nariz — Este otro por aguantar al profe de ciencias hoy —besé su sien.

— Estúpido Willett — murmuró frunciendo su ceño.

— Este por lo tierna que te ves emocionada por robótica — dije riendo, y besando su ceño.

— ¿Y cuál por tener a la novia más hermosa? — preguntó apretando más mi cintura.

— Ese no. Tú me tienes que dar ese besito a mí — dije como bebé.

— Nooo — dijo igual que yo — tú me lo tienes que dar.

— No, tú.

— No, tú.

— Nooo, tú — dije tanteando mis labios con los de ella.

— Nooo, tú.

— No, tú.

— Bueno, ya. Cállate, y bésame — dijo, y unió nuestros labios.

Hoy estaba siendo un día fantástico al igual que ayer, aunque Daniela estuvo enojada en toda la clase de química porque nos hicieron cambiar de parejas para ayudarnos en las guías de la semana pasada, y en robótica es imposible robarle la atención de la pizarra, así que le pedí que nos viniéramos a su apartamento para estar solas, no tuve que repetirlo dos veces. Ella vino en su auto, y yo le pedí a Marcos que me trajera para evitar sospechas en el colegio.

— Me encanta tu labial — dijo volviendo a saborear el sabor de mis labios.

— Para mí chica — le dije en un susurro volviendo a besarla.

Era increíble lo mucho que deseaba transmitirle a mi novia con solo un beso. Sentía que no podía y eso me desesperaba demasiado al punto de tener que hacer dos puños en el cuello de su camisa para acercarla más y evitar subirme a horcajadas en ella. Dani me tenía sujetada de la cintura, y tal como yo estaba haciendo con ella, empezó a apretarla generando demasiadas sensaciones en mi cuerpo. Me estaba excitando demasiado.

— Okay, pausa — susurré luego de alejarme por completo para respirar — Necesito agua.

— ¡No, espera! — me detuvo de la mano cuando me levanté — Perdón. ¿Hice algo que no te gustó?

— No, no, Dani, lo contrario — admití riendo — Me gustó demasiado, y no te has pasado de los límites, pero... Necesito calmarme.

Suspiré e intenté ir a la cocina de nuevo, pero Dani me detuvo al enredar sus brazos en mi abdomen. Reí al tener su cabeza en mi espalda.

— ¿Estás segura? — murmuró.

— Sí, bebé, solo necesito agua — dije acariciando sus manos en mi abdomen.

— Bien, pero si necesitas algo, tú dime en confianza lo que sea. Ya lo sabes — dijo y sonreí.

— Claro que sí, Dani, tú también lo sabes ¿No?

— Sí... Pero no te vayas. No aún — dijo como niña pequeña haciéndome reír.

Me empezó a jalar poco a poco mientras mis nervios aumentaban cada vez más al saber su idea. No la detuve, pero cuando Dani me sentó en sus piernas me quedé quieta en espera de qué hacía después. Aún le daba la espalda, así que no podía verme completamente roja del rostro porque sentía mucho ardor en él. Apretó su agarre en mi abdomen y colocó su barbilla en mi hombro.