Sin Querer - Fanfic Caché

74. Sentimientos Efímeros

Pov Poché

Estábamos ya en la cafetería luego de nuestros primeros exámenes. Alejo, Nath, Laura, mi novia y yo habíamos salido hace unos minutos. Cuando yo llegué, Dani le explicaba a Alejo y Nath unos cuantos problemas de matemáticas antes de su siguiente examen. Me senté al frente de ella solo para observarla concentrada en lo que hacía.

— ...Cuidado con los signos. Toda la operación les cambiará si dejan el equivocado — les dijo mi novia.

— ¿O sea que estoy haciendo mal este ejercicio? — preguntó Alejo al mostrarle el cuaderno.

— Sí. La respuesta debería ser una fracción, no un número entero. ¿Ves este signo? Esto te jodió todo — explicó ella.

— ¡Puta mierda! Es básico ¡Por Dios! — se quejó Nath al hacer puño un papel.

— Tranquila. Háganlo con calma. Van a tener dos horas para concentrarse. No se desesperen y presten atención a lo suyo ¿Bien? — les aconsejó Dani.

— Presta atención a lo tuyo también — hablé finalmente.

— Ya vas de celosa — me molestó Alejo cuando Dani volteó a verme con su sonrisa ladeada.

— Tú deberías de estar repasando. Cállate, y estudia — me dijo Laura sin apartar la vista de su libro.

— Es muy buena en historia. Hace unos días vimos un documental, y me sorprendió con más datos del mismo tema — les dijo Dani tomando mi mano — Está más que lista para el examen.

— Te tiene más fe que nosotros. Es la indicada — molestó Nath escribiendo en su cuaderno.

— Por supuesto que le tengo fe — dijo Dani y suspiró.

— Te amo tanto — le dije viéndola.

— Te amo.

Desde que nos habíamos sentado juntas, varios curiosos nos veían. Lucía, y Nath me dijeron que era especialmente por Dani más que por mí o porque éramos dos chicas. Mi novia era conocida por ser muy reservada, y hacer esa entrada llamando la atención de todos, como hoy, no era su estilo y tenían razón. Daniela, a pesar de haberme mostrado un lado diferente a mí, seguía siendo discreta, seria, y de bajo perfil con el resto del colegio, aunque no con la misma intensidad de antes que, ahora sé, solía ser efecto de sus pastillas antidepresivas.

— ¿Puedes dejar la cursilería y revisarme este ejercicio, Calle? — le preguntó Nath.

— Claro — le contestó riendo.

Tomó el cuaderno de Nath para revisarlo, y me levanté para sentarme a su lado. Acerqué mi silla a la de ella, y recosté mi cabeza en su hombro cuando entrelacé mi brazo con el suyo. Se inclinó un poco contra mi cabeza y me quedé observando al frente. Makis y Natalia, mis compañeras en literatura, hicieron contacto visual conmigo y me sonrieron al igual que me saludaron con la mano. Sentí mi rostro arder un poco y también las saludé tímidamente. Giré un poco mi rostro para otro lado y ahí estaba Luisa Fernanda quien ya tenía su vista sobre nosotras y me levantó el pulgar mientras hacía una mueca sorprendida al verme así con Dani. Sí. Fue mala idea quedarnos adentro de la cafetería. Amo a Dani, y quiero presumirla, pero no quiero que todos me observen de la forma en que lo hacen, al menos no por tanto tiempo como había sucedido los últimos minutos. Moví rápidamente mis ojos por el lugar y nos veían más personas de las que creí, logrando que me hiciera sentir incómoda, así que fijé mi vista en la mesa.

— Está muy bien, Nath — escuché que dijo Dani.

— ¡Aleluya!— celebró.

— Marica, debimos estudiar el fin de semana en vez de salir a joder a fiestas — dijo Alejo.