Pov Poché
— ¡Dani! ¡No es así! — la regañé riendo.
— Sí, lo es. Solo hazlo, y ya — dijo frustrada.
— ¡No! Para eso está la estúpida guía, y la voy a seguir en orden.
— Lo haces bien, chiquita. Solo déjate llevar.
— Cuando logre hacerlo en el orden que es, estaré en paz — dije, y volvió a quejarse.
Estábamos en el sofá del apartamento de Dani desde hace unos minutos. Ayer, luego que los chicos se fueran a New York y nos dejaran claro que todo estaba bien entre nosotros, y nos deseaban felicidad plena, Daniela, y yo nos quedamos compartiendo el resto de la tarde viendo una película, y jugando en su casa luego de ir a traer a mi hermana al colegio. Hoy lo estábamos aprovechando solo ella y yo desde temprano ya que se tiene que ir mañana al mediodía a Mountain View con su familia. Eran las pasadas las 10 de la mañana, y compartíamos una sesión de besos un tanto peculiar.
— Poché — dijo cansada apoyando su cabeza en el sofá — lo haces bien, no tienes que seguir una guía de internet.
— ¡Pero esto me ayudará a besarte mejor! Escucha, paso uno... — dije leyendo en mi teléfono — empieza con besos suaves, y lentos. Listo, eso ya lo domino. Paso dos... ¡Dani!
— La práctica hace al maestro ¿no? —dijo y puso mi celular al otro lado del sofá — Solo déjate llevar.
— Pero--
— Déjate llevar — me pidió en voz baja.
Fue difícil resistirme a la mirada que me estaba dando. Asentí, y me acerqué a besarla. Sus labios me trataban con mucho cariño, hacían la presión suficiente para hacérmelo sentir y tenía mucho cuidado de no acelerar el ritmo. Luego de unos segundos, aumenté la intensidad y ambas empezamos a respirar un poco más pesado. Decidí avanzar otro nivel en el beso, y tomé la mano de Dani para ubicarla en mi cintura al tiempo que mordí levemente su labio inferior. No sabía si lo había hecho bien, así que me separé un poco de ella, y noté que sus ojos brillaban de una forma distinta.
— ¿Está bien que te toque la cintura? — susurró al ver mi boca.
— Sí, está más que bien — dije al sentirme un poco nerviosa.
Asintió, lamió sus labios y me besó una vez más al acercarse lo más que pudo a mí cuerpo. Me sentía boba con el sabor de sus labios, con la textura que podía sentir en ellos, y me dejé llevar por ellos y la caricia de su mano. Me empezó a empujar lentamente del hombro sin separar nuestros labios y eso me puso más nerviosa que hace rato porque uno, no esperaba que esa mordida nos llevara a más, y dos, por la forma en que me estaba viendo la cual parecía querer comerme. Es Dani, confío en ella, así que todo estará bien. Me dejé recostar entre las almohadas del sofá, y se separó unos centímetros para acomodarse lentamente sobre mi cuerpo, sin quitar su mirada de la mía.
Reanudó el beso con un poco más de agresividad, y la verdad es que me estaba gustando. Hasta ahora no habíamos pasado de estar sentadas al lado de la otra y compartir besos mientras teníamos nuestras manos entrelazadas. Otra vez, avanzábamos otro escalón de confianza con la otra. Traté de seguir los movimientos de sus labios y vaya que estaba sintiendo mucho placer. Empezó a bajar su mano por mi pierna provocando que mi piel se erizara, y la acarició mientras seguíamos con el beso. Menos mal que andaba jeans, si me tocaba la piel en esa área, me iba a morir por el palpitar de mi corazón. Tomé su cuello para acercarla más, y pasé mis manos medio temblorosas sobre su clavícula para acariciarla. Sus labios se separaron de los míos para posarse en mi cuello, y suspiré extasiada.
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Sin Querer - Fanfic Caché
Fiksi PenggemarCoincidir con las personas es un regalo del universo, pero conectar con ellas va más allá de ser un regalo. Poché está a punto de cursar su último año de preparatoria en el que su vida cambiará al encontrar algo que no buscaba. ¿Amigos? ¿Éxito? ¿Des...