Sin Querer - Fanfic Caché

79. Caja Negra

Pov Poché

Daniela seguía jadeando luego del reciente orgasmo que había tenido gracias a mí. Succioné la piel de sus piernas lo cual la hizo gemir de nuevo. Luego de haber terminado con un par de recuerdos en esa área, subí por su cuerpo creando un camino de besos húmedos hasta que llegué a su hombro y lo mordí suavemente mientras aún recuperaba su respiración. La tomé del rostro un par de segundos después y la besé con mucho cariño.

— Te amo — susurró.

—Te amo.

Regresamos a darnos un par de besos intensos al sentarme a horcajadas en ella y llevó sus manos a mi trasero para masajearlo.

Luego de tener otra sesión de besos pasados de tono en el único lugar decente del colegio, el armario de limpieza, teníamos que hacer nuestro segundo examen del día, el de robótica. Ambas estábamos demasiado prendidas ya, así que Dani armó todo el robot en cuestión de minutos para poder salir lo más rápido del lugar. El camino que se formaba con nuestra ropa del uniforme desde la puerta del apartamento hasta la habitación, era testigo de la necesidad que teníamos de estar con la otra.

— ¡Tiempo fuera, tiempo fuera! — dije al separarme para respirar y me tiré en la cama.

La respiración agitada de ambas era lo único que se escuchaba en esa habitación. A los minutos, la risa de Daniela se hizo presente y la volteé a ver riendo también. Había sido una tarde demasiado potente.

— ¡Dios! ¡Qué intensidad! — me dijo emocionada.

— Nunca me había importado menos una calificación. Te lo juro, podríamos sacarnos cero, pero habrá valido la pena — dije acercándome de nuevo.

— No te preocupes por eso. Lo hicimos todo bien... Que ese sea tu último problema — murmuró al recostarme de regreso a la cama para besarme.

No sé si eran por los efectos del café o qué, pero mi castaña estaba bastante feliz a pesar de no haber dormido nada. Quería que descansara, pero ella quería todo menos eso, y me lo hizo saber cuándo bajó su mano por mi piel hasta llegar a un área específica.

No me iba a cansar nunca de tenerla así.

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— Café con mentitas, pero las mentitas tienen que ser dulces — dijo riendo.

— ¿Qué? ¿Por qué mejor no compras café con menta? — cuestioné comiendo una gomita.

— Porque es más rico masticar la mentita cuando tomas el café. Pruébalo una vez, verás que es delicioso — dijo recibiendo una gomita de mis manos.

— Mañana vamos, y lo intento. Hoy ya tomaste mucho café... Bien, tu turno — le dije.

— ¿Alguna vez... has dudado de nuestra relación? — me preguntó viendo la cama.

— No — contesté de inmediato. Era una respuesta que le había dado inconscientemente, pero que sí la pensaba, sería la misma — Estoy segura que te quiero a ti, y solo a ti. Me siento bien contigo, disfruto estar a tu lado, me haces falta cuando no lo estás y llenas mi alma una forma muy linda — me volteó a ver y asintió sonriendo de lado — ¿Por qué me preguntas eso?

— En la madrugada surgen muchas preguntas ¿Sabes?... Estaba en la puta montaña rusa emocional otra vez y me pregunté eso. "¿Poché dudará de lo nuestro?" porque a esas horas me di cuenta que yo nunca había estado tan segura de querer estar con alguien, de querer estar contigo — me dijo viéndome a los ojos.

Sonreí tímida por sus palabras, y me acerqué a darle un beso corto.

— Nunca había estado tan segura — le dije sonriendo — Cuando te digo que te amo, te juro por Dios que no sé cómo es posible reducir todo lo que siento en esas dos palabras — dije incrédula — Es que te veo, te escucho, te siento, y mi amor por ti es imposible de medir. Si hubiera una gráfica para hacerlo, te llevaría a ese lugar ya mismo para que lo veas, y no te quede ninguna duda.