Sin Querer - Fanfic Caché

65. Terapia de Cumpleaños

Pov Poché

— ¿Y qué tal si intentamos ese beso? Se ve interesante — le dije.

— ¿Tú serás mi Spider Man? — me dijo coqueta al levantarse para verme.

— Seré lo que tú quieras que sea — le dije y le di un besito corto.

— Ya eres todo lo que quiero — susurró en mi boca y me dió un pico.

— Me encanta que te pongas romántica de la nada — le dije y sonrió un poco.

— Mi novia me hace ser así.

— ¿Y lo guapa qué? ¿También te hago ser así yo?

— No, eso ya es natural, querida — molestó y ambas reímos.

Regresó a su posición al recostar su espalda en mi pecho, y besé su cabeza para seguir viendo la película.

Hoy mi bebé estaba tranquila después de una semana tan complicada. Luego que Dani me dijera de su depresión, le pedí involucrarme en todo porque realmente quería ayudarla. Esta semana había estado baja de ánimos la mayoría del tiempo, y me dijo que era porque regresar a esa condición le dolía ya que pensaba que nunca la iba a volver a vivir. A mí me dolía verla llorar por todo esto. Luego de clases, les decíamos a los chicos que queríamos estar a solas y veníamos directo al apartamento para que pudiera desahogarse en paz; a sus papás les decía que estaba con los chicos para que no sospecharan nada de lo nuestro y ellos le daban su espacio para que se distrajera. Juliana, y Juancho se habían acercado a mí hace unos días para preguntarme por la actitud tan seria de Dani, la cual ya no era normal en ella, pero les dije que era estrés por el trabajo y parecieron creerme porque no preguntaron más.

Recibí una llamada al celular, y alcancé mi teléfono en una de las almohadas. Era Vale.

— Contesta, voy a traer un poco más de café, y palomitas — dijo pausando la película y levantándose.

— Marica, es una combinación asquerosa — dije asqueada y saqué la lengua.

— No lo comas juntos y ya. Es rica — dijo riendo mientras salía de su habitación.

— Tú estás rica, bombón bello — le dije y le tiré un beso.

Salió riendo mientras negaba con la cabeza y sonreí al verla de mejores ánimos.

— Hola, Pulga — contesté el celular.

— ¿Cómo es eso que se cancela la fiesta para Dani? ¿Por qué me dices hasta hoy, babosa? — me preguntó enojada.

— Oye, relájate. Les escribí a todos hoy, así que no te enojes — dije levantándome de la cama para cerrar la puerta.

— ¿Pero por qué? ¿Pasó algo? — preguntó ahora preocupada.

— Nada grave, es solo que Dani no quiere celebrar — dije suspirando.

— ¿Y eso no es grave?

— Según ella, no y yo le creo. No le voy a insistir en algo que no quiere hacer — expliqué brevemente para no mentir más.

— Espera, para empezar ¿Por qué le dijiste que le tenías una fiesta? Porque tuviste que decirle para que te dijera eso.

— Sí, le dije porque ha estado muy ocupada con el trabajo, y eso le ha causado demasiado estrés.

— Pero la fiesta la puede desestresar.

— Eso pensé, pero no quiere. No la haremos.

— Ay, no, Poché ¿Y qué harás con todo lo que tienes en la bodega?