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Los días seguían pasando y por pedido de su marido Dany tuvo que ir junto con Pedro y seis hombres más a una empresa organizadora de eventos ya que no quería que este se encargue de ambas bodas, de la familiar -ya que consideraba a los hombres y mujeres que trabajan para su tía cómo su familia- se encargaría Ana la hermana de Manuel, uno de los hombres de su padre Pedro y de la formal como le decía Erick dónde ya estarían los de la brigada se encargará la persona que venía a ver, al entrar tuvo un mal presentimiento pero decidió dejarlo a un lado al pensar en que talvez era por miedo a fallar en algo del casamiento.

Pensé que era coincidencia el nombre...- Dany al escuchar la voz de la única mujer que deseo no volver a ver nunca más en su vida se tensó, gesto que Pedro notó y solo bastó un gesto de su mano para que sus hombres se posen delante de él para evitar que se acerque cuando la vio caminar hacia ellos.

Pedro maldijo al darse cuenta de lo que estaba ocurrido e hizo una anotación mental de matar a Alan apenas llegué a casa, se supone que debía investigar a los dueños de la empresa antes de contratar el servicio y si ahora se encontraban en esa situación era porque no había hecho bien su trabajo cosa que le costará caro y esto si pensaba contárselo a Angelina, ya lo había cubierto dos veces y el tipo no merecía una tercera oportunidad.

- que ocurre?...- miro a los hombres sin entender en qué momento Dany había dejado de ser el simple dueño de un bar para pasar a ser alguien con guardaespaldas.

Ella lo dejó justamente por eso, porque era a su parecer un hombre básico que no hacía nada fuera de lo normal, que seguía una rutina de vida y ella no era la indicada para estar a su lado, ella era todo lo opuesto, por eso es que cuando Héctor apareció en su vida y con el paso de los días se dió cuenta que eran igual no dudó ni dos segundos a la hora de decidirse por el sin importarle muy poco la humillación que le hizo pasar al dejarlo plantado en el altar.

Qué haces aquí?...- ignore su pregunta mirándola mal.

Aquí trabajo, va, soy socia del dueño...

Entonces no queremos el servicio, después volveré yo solo...- Pedro la miró mal antes de comenzar a caminar hacia la puerta.

¡¡No!!.. ¡¡esperen!!.. hablemos un momento...- un hombre de entre unos treinta y cuarenta años apareció junto a Lucia llamando la atención de todos.

No tenemos tiempo, como ya dije...

Por favor...- vi la desesperación en los ojos del hombre y asentí en su dirección.

Si lo hago hablaré con usted...  y solo con usted...- mire mal a Lucia.

Gracias, muchas gracias... por aquí...- seguimos al hombre hacia su oficina en la cual solo estábamos los tres y mis hombres en la puerta evitando la entrada a cualquier persona ajena a nosotros.

Mire un momento aquí...- el hombre hizo lo que Pedro le pidió sin decir nada cuando esté colocó el celular frente a el y tecleo rápido en su celular.

Le seré franco y necesito que usted también lo sea conmigo...- el hombre asintió nervioso a mis palabras.

- porque se puso así?....- el hombre suspiró antes de ponerse de pie e ir por agua.

La realidad es que hace unos años conocí a una chica que me voló la cabeza, era la mujer más hermosa y humilde que ví en mi vida, mi familia no la aceptó porque como vengo de una familia de abogados mi padre tenía intenciones de casarme con la hija de uno de sus socios, yo no lo permiti y me hecho de la casa y del buffet, yo en un momento de desesperación antes de que me saque lo único material que me quedaba vendí el coche para tener un poco de dinero, la familia de ella me abrió las puertas de su casa al enterarse de lo sucedido y por el momento vivimos ahí....

Pero?...- el hombre se da vuelta para mirarnos un momento al estar sentados frente a su escritorio.

Pero yo siento que debo darle más, que ella se merece más, yo tenía muchos planes para nosotros y con lo sucedido todos esos sueños se esfumaron, ahora estamos esperando a nuestro primer bebé y ella no quiere dejar de trabajar para ayudarme con los gastos de la clínica, de las cosas para el bebé y otras cosas...

Y cómo llegaste a trabajar con ella?...- me miró antes de contestar.

Mi mujer trabaja en la misma oficina que su novio, nos conocimos hablando y decidimos hacer esto porque era un proyecto que ambos teníamos en común, esa misma noche  me propuso ser socios entonces yo saqué un préstamo grande que me lo dieron gracias a que el hombre era un cliente de mi padre...

De cuánto es el préstamo?, se que no me incumbe y está en todo su derecho si no quiere contestar...- Pedro.

No hay problema, ese es el motivo por el cual necesito mayormente este contrato, es mi primer trabajo grande e importante por decirlo de alguna forma y eso me ayudaría no solo a hacerme conocido sino a sacarme varias cuotas de encima, el préstamo fue de ochocientos mil pesos...- ambos lo miraron asombrados.

- es por eso que les dije que si el hombre no conociera a mi padre no me lo hubieran dado jamás...

Y cuál es su plan a futuro?...- Pedro me miró un momento leyendo sus pensamientos, apostaba mi vida a qué ya se imaginaba que lo ayudaría, no solo porque es una persona con un corazón enorme sino porque me había caído bien.

Mi idea es seguir con esto hasta pagar todo el préstamo y luego independizarme porque siendo sinceros, si ella no me hubiera dado dinero no estaríamos aquí ahora...- mire a Pedro y el asintió.

Haremos esto señor...

Erick, va, en realidad es Erickson pero todos me dicen Erick...

Qué coincidencia, mi hijo se llama igual, pero volviendo al tema Erick, nosotros ahora nos iremos pero le dejaré mi tarjeta para que usted o usted y su señora vengan a comer a casa y hablemos de su futuro, pero...

Esa mujer de ahí afuera no debe saber nada de esto, usted le dirá que quedamos en que lo pensaría y en la semana me comunicaba con usted, ¿de acuerdo?...

Si señor, como usted desee...- asintió mirando a Pedro el cual le estaba extendiendo su tarjeta y la mía.

- gracias, gracias a ambos...- asiente en repetidas ocasiones detalle que no pasó desapercibido para ninguno de los dos.

Le puedo hacer una pregunta?...

Si la que deseé...

Usted no nació en Argentina ¿no?...

No señor, soy Coreano pero vivo aquí desde los trece...- me mira con una sonrisa sincera.

Eso explica la reverencia...

Es una costumbre y por educación no puedo evitarlo, disculpe...

No sé disculpe por ser educado, espero su llamada...

Sí señor...

Erickson volvió a asentir dándole la mano a ambos, luego se fueron y una vez fuera pudo respirar tranquilo, no le daban, miedo pero lo intrigó mucho el tema de Lucía.

A los pocos minutos sintió la puerta abrirse de golpe y disimuladamente guardó las tarjetas que el hombre le había dado, lo último que quería era tener problemas y algo le decía que a partir de ahora su vida cambiaría por qué ambos hombres le inspiraron confianza sin contar que no parecían un simple pareja con el servicio que habían pedido, al ser el más caro que tenían.

El Policia IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora