17: Pervertida del arte.

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Nina.

El sonido lejano que reconozco como mi alarma hace que abra un rato los ojos con cansancio y molestia.

«Ruido infernal, deja de sonar.»

Quiero moverme pero al intentarlo me doy cuenta que estoy rodeada por unos musculosos brazos, que me retienen en mi posición.

Miro sobre mi hombro a Matías dormir tranquilamente. Está sosteniendo mi regordeta, hermosa, y perfecta panza. Debería sentirme incómoda pero en cambio me hace dar ternura.

Sus labios están hinchados y secos, su pelo está despeinado, se encuentra tapado hasta la cintura mientras yo tengo la sábana hasta el cuello, puedo ver toda su musculatura y trago duro mirando a otra parte. 

«Pervertida...» Se repite una y otra vez en mi cabeza. 

No soy pervertida, admiro el arte. 

«Ahora el tipo que odias y tenés en tu cama semi desnudo, ¿es arte?»

Posta, ¿de qué lado estás? 

«Que no se te olvide que lo besaste.»

Tengo que dejar de hablar conmigo misma. 

—¡Nina! —grita una voz no muy lejos, por un segundo siento que alucino pero vuelve a gritar una voz diferente, canturreando mi nombre.  

«¡El dúo del drama!»

Me levanto con brusquedad de mi cama y caigo al piso, hago una mueca de dolor pero me paro rápido sobando mis codos mientras corro a la puerta.

Abro la dichosa y veo a mis amigas a punto de abrirla. Siempre fueron así, no tocan, solo entran. 

—Hola chicas. —hablo nerviosa sonriendo. Ambas me miran raro y se miran entre sí. 

«Ay, no. Les quiero mentir a estas locas que me conocen más de lo que yo lo hago...»

—¿Pasa algo? —Carla quiere mirar por la habitación pero me pongo frente a ella moviéndome a la par de sus ojos, me ve aún más confundida levantando una ceja y suelto una risita. 

Una queja junto al aire de alguien sobre mi cabeza me hace congelar en mi lugar. 

—¿Qué hora es? —pregunta el hombre a mis espaldas refregando uno de sus ojos, su cuerpo está expuesto, de no ser por sus boxer de Batman diría que está desnudo. 

—Lindos boxer, pero prefiero a Spider-Man. —comenta Celia apuntando. 

Matías ve sus boxer y sonríe. 

—Yo prefiero a Iron-Man, pero no voy a menospreciar un regalo. 

—¿Quién...? —Carla comienza a formular su pregunta.

—Abuela. —contesta interrumpiendola. 

Ambas mujeres sonríen mirándome y siento caliente mis cachetes, se van a prender fuego junto a mi espalda ante lo avergonzada que estoy. 

—Vos, tarado, anda a vestirte exhibicionista —lo empujo con fuerza y se aleja riendo para adentrarse a mi pieza, cierro la puerta detrás de mí y veo severa a mis amigas —. Ni se les ocurra. —las apunto con advertencia y ellas ríen en silencio caminando detrás de mí.









































Amo, Dios... JJAJAJAJA.

Gracias por leer, muacks.

ATT: GiP♡♡n.

ʟᴏᴄᴏs ᴇɴᴀᴍᴏʀᴀᴅᴏs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora