Barb me miró un poco preocupada.
–¿Tan serio es?– se sentó a un lado de mi
Asentí con la cabeza.
–esta bien, escupelo!– reí un poco
–es sobre los nuevos ingresos al hospital...ya sabes, personas nuevas y todo eso– ella me miró confundida
–¿Porque te interesa saber eso?
Barb siempre quería la verdad ante todo, pero no le diría esto, aún no y aunque a Barb la considero como mi segunda madre, se que le molestaría si es que el chico estaba enfermo al igual que yo.
–no lo sé, llevo mucho tiempo esperando un compañero de cuarto, ¿lo recuerdas?– deje que los nervios bajarán
–si, claro que lo recuerdo, pero sabes que no es posible si ambos están demasiado enfermos– me dio las píldoras que tomaba con regularidad al igual que un vaso de agua
Bajé la mirada.
–esta bien, solo puedo decirte que ingresaron 4 adolescentes nuevos al hospital, casi de tu misma edad
–¿Todos enfermos...?– jugaba con mis dedos nerviosamente
–algunos si pero los demás sólo por cosas no tan graves, algún chequeo de rutina más profundos y esas cosas
Suspiré aliviada, tenía esperanza en que el no estuviera enfermo.
–nos vemos después, no olvides tomar tus medicinas más tarde!
–no lo haré Barb!– salió y volvió a cerrar la puerta.
Después de mí chequeo de rutina me puse mis audiculares y escuché un poco de música, de alguna manera la música me hacía sentir libre aunque realmente no lo fuera, fácilmente puedo hundirme en lindos y tristes escenarios creados por mi cabeza además de que por unos minutos me podía olvidar de mis días aquí.
Giraba dando pequeñas vueltas por mí habitación mientras cantaba, era una de mis cosas favoritas.
Me sorprendieron por detrás.
–¿QUE MIERDA?– caí al suelo asustada
–tranquila solo soy yo, tu mejor amigo, específicamente el único que tienes y el más cool de todo este hospital, gracias!
–eres un tonto Michael– me levanté del suelo
–tendrias que agradecerme, eres una ingrata
-valla, que ofendido! me diste el puto susto de toda mi vida, gran imbecil– recogí mi teléfono y audífonos del suelo
–tomare eso como un halago– sonrió– además, te traje la comida así que deberías perdonarme, nadie hace eso
tomo el envase donde estaba mi fruta y comenzó a comerla.
–no me jodas Michael, deja mi fruta, me dejaras sin postre y así sí que no te perdono
le arrebate la fruta de sus manos.
–por supuesto! Muchas gracias por traerme mi comida cariño, te lo agradezco mucho...oh! De nada mi vida es un placer– dejo el mismo
–¿Acabas de responderte dos veces?
–agh!– se tiró al suelo rendido
Reí a carcajadas.
–estaba bromeando tonto! Gracias por la comida, te amo
Se levanto del suelo y sonrió.
–tambien te amo ingrata
Michael prendió la televisión de mí habitación mientras yo seguía comiendo lo que el trajo para mí, hasta que bajo el volumen y se giró a verme.
–¿Pasa algo?, Estaba escuchando lo que decian– arque los ojos
–¿Sabes qué hora es?
Prendi la pantalla de mi celular.
–ehh...5:30, ¿Por qué?– apagó la televisión
–tengo que irme, rutina con Barb– hizo una mueca
–claro, nos vemos mañana o más tarde– Se despidió con la palma de su mano
Antes de que lograra cerrar la puerta salí atras de el, recorrí los pasillos de el hospital hasta llegar al jardin, me senté en un pequeño escalón y obserbaba como se ponía el atardecer hasta caer la noche.
Sentí la respiración de alguien cerca de mi.
[...]
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Mɪ ʟɪᴛᴛʟᴇ sᴛᴀʀ [𝙏𝙀𝙍𝙈𝙄𝙉𝘼𝘿𝘼] [✓]
Ficção AdolescenteDespués de un tiempo lo entendí, las personas aveces solo vienen a enseñarte algo, no se quedarán para siempre. Saber eso es lo que más duele. Entonces escribí 7 cartas, cartas las cuales expresaban todo aquello que no podía decir, incluso todo lo q...