Seed of Madness 🍂 YoonMin

Capítulo 17

Que ven mis ojos sucios en este capítulo violento (?) A disfrutar hermanas. Ha llegado vuestro weekly suffering day (En inglés queda mas bonito).

Al final del capítulo vuelve a haber unas escenas sangrientas que pueden no ser del agrado de alguien, avisaré justo antes de que empiecen con este emoticono: "⚠", para que os las saltéis si queréis, aunque son importantes para la trama, de todas maneras, en el emoticono de la hoja del final 🍂, dejaré un comentario explicando un resumen de lo que ocurre para aquellos que no lo hayáis leído. 

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Mirando a YoonGi a través de mis pestañas vi como tragaba saliva, una ligera preocupación e incomodidad mostrándose en su rostro al escuchar los escandalosos ruidos de mis padres.

-¿Y los niños? -Preguntó con voz dura.

-Están con los ancianos en una de las casas, pasarán allí la noche escuchando historias y leyendas de la tribu.

El mayor suspiró aliviado e hizo un nuevo gesto incómodo ante un grito de mi madre. Me incorporé con cuidado y dejé un beso en su mejilla, deseando poder distraerlo de todo lo que nos rodeaba. Sintiendo su mirada intensa felina sobre mí me senté en su regazo. Nuestras pieles desnudas se acariciaron con adoración, hormigueos de placer subiendo por mi espalda.

-Mi Luna. -Llamé comenzando a mover las caderas, sintiendo como la erección del mayor empezaba a engrosarse a pesar del ambiente que reinaba en la casa y en el poblado. -Te necesito.

Las pupilas de mi pareja se dilataron y se relamió los labios. -Ahora ya estamos solos mi guerrero. -Susurré en su oído- Ahora puedes tomar lo que es tuyo.

El mayor soltó un gruñido que hizo que mi pene se sacudiera y creciera hasta chocar con mi abdomen. Mi mente y cuerpo comenzaban a perderse dentro de la tradición del mágico día, una necesidad salvaje y frenética aumentando dentro de mí. Empujé a YoonGi contra la cama y lo atrapé bajo mi cuerpo, un orgullo perverso creciendo en mi pecho al tener al guerrero de mayor rango debajo de mí, y sabiendo que el hombre lo permitía y no iba a castigarme por la insolencia.

-¿Qué quiere mi pareja? -Susurró con voz ronca por la necesidad, contemplando mi cuerpo de arriba abajo y tocando mi cadera con sus manos ásperas.

Me agaché hasta que mis brazos se colocaron a ambos lados de su cabeza y le susurré al oído: -Cabalgarte hasta el amanecer.

Las manos de mi Luna no tardaron en bajar hasta mi culo y apretarlo, separando la carne y dejando mi entrada hambrienta recibiendo el aire frío de la habitación. El agujero latía con fuerza, queriendo recibir en su interior el pene de YoonGi. Así que sin negarme más a los instintos del baile del apareamiento sujeté su erección y me senté sobre ella, llevando toda su envergadura hasta que no quedó nada de espacio entre nosotros.

-JiMin. -Gimió mi Luna, arqueándose y empujándose en mi interior un poco más. -Joder, ¿te he hecho daño?

Sus ojos habían adquirido un brillo salvaje, violento, como si la pantera de su interior estuviera corriendo libre por sus venas y tomando el control. No quería nada más que sentir esa violencia empujando dentro de mí y marcándome una vez más. Y sin embargo, el mayor todavía luchaba contra ella, queriendo asegurarse que estaba bien.

-Todo está bien mi Luna. -Gemí sintiendo su pene engrosarse contra mis paredes, siguiendo la tradición de mi tribu había preparado mi interior hacía un rato, esperando a que el guerrero recobrara la conciencia. -No tienes que contenerte más. Tómame.

Con un rugido animal YoonGi se rindió a sus instintos salvajes y comenzó a empujar en mi interior, su gran pene abriendo mi piel allí donde mis dedos no llegaban, el placer del dolor de su erección abrirse paso en mi interior, llenando mis paredes a la perfección, como si hubiéramos sido creados el uno para el otro, golpeando sin compasión contra el botón de nervios y haciendo que me dejara llevar.