Seed of Madness 🍂 YoonMin

Capítulo 16

En este capítulo se hace mención a comportamientos violentos, salvajes, gores y de muerte animal. Si son temas que os puedan incomodar, dejaré este emoticono "⚠" antes de su comienzo y cuando termine para que os lo saltéis si queréis.

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El terror me invadió y luché por liberarme de nuevo, en vano. El pie del líder de la tribu me mantenía pegado al suelo, dándome un golpe con el cetro otra vez, para que me quedara quieto.

-Preparad la pira. -Ordenó, haciendo que todos los espectadores delante de nosotros salieran corriendo en dirección al centro del poblado. -Llevaoslo.

Un par de manos me sujetaron de los hombros, causándome un fuerte dolor al retorcerlos en una postura incómoda, y me llevaron en la misma dirección que el resto.

No tardaríamos más de un minuto en llegar, pero cuando lo hicimos, una gran pira comenzaba a arder en un montículo sobre el suelo. Grandes cantidades de madera ardían en su interior, y las mujeres se encontraban bailando alrededor del fuego, sus cuerpos desnudos brillando con la luz rojiza. Sus gritos de júbilo dotaban a la escena de un ambiente tradicional, que en otra situación habría encontrado muy interesante.

Los hombres se encontraban de pie alrededor de la pira, a unos buenos diez metros de distancia, rectos y con la mano en el pecho, siguiendo la celebración o culto que se estaba produciendo, los niños corrían entre ellos y las mujeres sin ninguna preocupación, chillando y tirándose de los cabellos largos oscuros.

Los hombres que me llevaban me soltaron y caí al suelo con un ruido de dolor, sentía mis rodillas arder y mis muñecas pegajosas, la fuerza de las cuerdas comenzando a morder mi piel y rasgarla. A pesar de eso era incapaz de apartar la mirada del baile salvaje que llevaban las mujeres ante mí, una parte de mi interior rugiendo, queriendo unirse a ellas en la desconocida danza.

Mientras era espectador del baile tradicional, seguía sin ver a JiMin por ningún lado, la sensación de que había sido engañado cobraba más fuerza en mi interior a cada segundo, empezando a resquebrajar la confianza que mi otro yo interior tenía en él. Nuestra pareja no habría sido capaz de hacernos esto, ¿no?

La festividad continuaba avanzando a la par que el sol en el cielo, que parecía avanzar más rápido con cada vuelta a la pira, como si estuviera siendo controlado por las ondulantes caderas de las mujeres que seguían bailando sin descanso. Poco a poco iban añadiendo escenas al acto, un segundo círculo de mujeres más reducido se colocó tras el primero, se encontraba formado por jóvenes muchachas que no tardaron en reemplazar al primer grupo de féminas adultas, que se retiraron con el sudor cayendo por su cuerpo hacia unos bultos en la espesura, cogiendo cada una de ellas unas hojas y llevándolas hacia unas rocas con comida encima.

⚠

A partir de ese momento el ritual se tornó más violento, un pequeño grupo de hombres cargaba varios animales muertos y los tiraron a un lado de la pira, comenzando a rasgar sus cuerpos con afilados cuchillos, la sangre comenzando a caer en abundancia. Hombres y mujeres cesaron lo que estaban haciendo y se acercaron al baño de sangre, comenzando a pintarse piel y rostro hasta que todos ellos adquirieron un aspecto macabro y sangriento.

Las mujeres de mayor edad se acercaron de nuevo a las rocas y cogieron las hojas llenándolas de comida y acercándose a los aún pacientes hombres. Cada una de ellas escogió a un varón, hasta que no quedó ninguno solo y comenzaron a ofrecerles la comida. No había a la vista ningún hombre joven, siendo las únicas las chicas que ahora bailaban ante el fuego. Los hombres aceptaban la comida y comían de ella, ávidos, mientras las mujeres bailaban a su alrededor, tocando sus cuerpos, tentando.